BUENOS AIRES (ABA).- La actividad de la construcción se vio sumamente golpeada en el transcurso del último año por el estancamiento económico local y los efectos de la crisis internacional, lo cual generó que al mes de septiembre de este año el sector mostrara un acumulado con retroceso del 2,7%.
Diversos economistas y consultores han coincidido en los últimos días en que la actividad de la construcción empezó a mostrar un freno hacia fines de 2008, pero que este año se profundizó notablemente, especialmente en el primer semestre.
"Indudablemente que la caída del consumo y del poder adquisitivo de los salarios, sumado a un contexto de un año electoral como fue éste y la incertidumbre que reinó en la sociedad, jugó en contra de la inversión y de la actividad inmobiliaria", apuntó el consultor Raúl Ochoa.
En ese sentido, Ochoa resaltó que el sector se vio "en algo" compensado por el mantenimiento de la obra pública, "una circunstancia que de no haber ocurrido habría evidenciado un derrumbe mucho más pronunciado".
Y justamente, las cifras del propio Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) demuestran que en septiembre la actividad mostró un leve repunte de 0,3 por ciento con respecto al mes de agosto. "Creemos que el panorama de la construcción va a seguir acotado hasta fin de año, aunque de a poco se empieza a percibir un leve cambio de tendencia positiva", resaltó un funcionario del Ministerio de Economía de la Nación.
De todas maneras, el nudo central para esta actividad o cualquier otra de la Argentina es el financiamiento. Es más, se calcula que en base al salario promedio actual, un trabajador necesitaría en este momento ganar tres veces lo que percibía en la convertibilidad para poder acceder a un crédito hipotecario.
No obstante, los últimos números del Indec evidencian que en las ventas de insumos para la actividad se observó una tendencia dispar.
Efectivamente, en la comparación de septiembre contra agosto se registraron variaciones positivas del 17,6% en pinturas para la construcción, 13,5% en ladrillos huecos y 9,2% para pisos y revestimientos.
"En el acumulado enero-septiembre se observan variaciones positivas de 39,2% en asfalto, 13,7% en pinturas para construcción, 7,8% en ladrillos huecos y el 1,2% en pisos y revestimientos cerámicos, y dos variaciones negativas, 12,1% en hierro redondo para hormigón y 6,8% en cemento", agrega el informe del Indec.
Por otro lado, la superficie cubierta autorizada para construir durante los primeros nueve meses de este año registra un abrupta caída del 18,3% con respecto al mismo período del año pasado.
Según un estudio privado, la industria de la construcción marcó un descenso del 0,45% en octubre respecto a septiembre de este año.
La medición se basa en el índice Construya, el cual mide la evolución mensual del mercado de la construcción a través de las ventas al sector privado de las 12 empresas líderes que conforman ese grupo.
Ese mismo índice, en su última difusión, consigna que la caída en octubre, respecto al mismo mes del año pasado fue del 9,29%, mientras que en septiembre la caída interanual fue del 9,38%.
De todas maneras, algunos ejecutivos de empresas fabricantes de materiales para la construcción han asegurado que se está notando leves recuperos.
Desde el Gobierno nacional la situación se observa muy distinta. Un funcionario de la cartera económica puntualizó que "estamos viendo algunas señales más positivas en el sector" y remarcó que lo trascendente es que la situación laboral de la construcción se mantuvo estable sobre 325.000 trabajadores.
A modo de conclusión, tanto el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) de la Cámara Argentina de la Construcción como la Uocra, han coincidido que la industria de la construcción empieza a mostrar signos recuperatorios.
Claro que el panorama sigue abierto, en función de varios aspectos que afectan a la economía como el ritmo de actividad, la situación fiscal, el panorama provincial y las dificultades para conseguir financiamiento serán temas esenciales que se deberán abordar en un breve plazo.
Por otro lado, en los últimos meses hay otro síntoma alentador: se registraron inversiones en el sector de hotelería por más de 30 millones de dólares, la mayoría de ellas para establecimientos ubicados en la ciudad de Buenos Aires.