NEUQUEN (AN) - El desarrollo de la construcción en la provincia está signado por un gran interrogante. Lo plantea un crecimiento histórico, con niveles excepcionales en el tramo que comenzó en 2003 y se extendió hasta el año pasado, y una desacelaración tan marcada que ha encendido, inevitablemente, la luz roja.
"Por su capacidad potenciadora de la economía la construcción ha sido considerada siempre la industria de industrias. Después de un momento de desarrollo jamás visto, con un auge excepcional que se trasuntó en un crecimiento edilicio que cambió la fisonomía de la ciudad con sus torres y construcciones individuales, caímos en una situación actual muy preocupante", dijo Juan Bialous, secretario de la Cámara Argentina de la Construcción de Neuquén.
En términos similares definió el panorama de la actividad Víctor Carcar, secretario general de la UOCRA. "Llegamos a tener en construcción 500.000 m2 y ahora estamos en los 200.000, una síntesis lo suficientemente gráfica para demostrar cuál es la situación actual", dijo.
Bialous comentó que el envión que traía la actividad se mantiene en los emprendimientos privados, en la obra de individual -ampliaciones, pequeñas construcciones-, pero que el freno se trasunta en que numerosos grandes edificios están paralizados o se ha frenado sensiblemente el ritmo de su realización.
En cuanto a la inyección que podría aportar la obra pública, a partir de los anuncios oficiales -provinciales y nacionales- de realizar planes de vivienda, el contructor fue claro: "No soy muy optimista".
Explicó que "una cosa es el gran anuncio y otra la realización concreta. Por otra parte desde el anuncio al efectivo inicio de un programa de obras deben cumplirse una serie de pasos que a nosotros los argentinos, que nos caracterizamos por no ser previsores, nos cuesta mucho más cumplimentar".
No obstante deslizó una perspectiva favorable para los próximos meses, en la medida que se cumplan los pronósticos de un afianzamiento de la recuperación de los índices económicos mundiales. "Aunque no directamente, siempre con un mejoramiento en los ámbitos internacionales crecen nuestras posibilidades en tanto se puede comercializar favorablemente la producción nacional", dijo Bialous.
Añadió al respecto: "Tras la crisis del 2001 y la debacle de los bancos, el inversor prefirió volcar sus recursos a emprendimientos de contrucción antes que llevar sus recursos al circuito financiero. Ello derivó en un directo beneficio para nuestro sector".
¿La construcción del dique de Chihuido puede impactar en la actividad? "Hay que tener cuidado en esto. La represa es una obra pública diferente a lo tradicional. Ésta se hace por concesión y por lo tanto se rige por otras consideraciones. No hay que olvidar que las grandes obras industriales tienen más -utilización- de máquinas que de gente".
"Hoy en la provincia tenemos una ocupación de 7.000 obreros. El grueso de la oferta laboral está tomada, pero sí se siente la falta de trabajo para el obrero especializado. Y ahí radica nuestra preocupación para los próximos meses", analizó Carcar respecto de los niveles ocupacionales.
Tampoco lo seduce mucho el promocionado dique Chihuido. "En el mejor de los casos podríamos estar hablando de un inicio de trabajos para fines de 2010, pero en ese caso se trataría de la infraestructura para la obra: caminos, energía, traslado de tres poblaciones", opinó.
Para Carcar, en Neuquén el ritmo del trabajo en la construcción está marcado por la actividad petrolera. "Depende de que se reactive ese sector para que se garantice el nuestro. Nuestro sector es complicado de definir a la hora de hablar de niveles ocupacionales, porque es muy dinámico, porque hay mucho trabajador en negro y varios otros factores", remarcó.
"La concreción de las 2.500 viviendas de la Anses, más la continuidad de las 1.600 del Plan Federal, son las mejores expetativas que tenemos. Somos cautos respecto de cómo se presentarán los próximos meses", señaló el sindicalista.