SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- La construcción en esta ciudad acusa recibo de la crisis internacional y sus complicaciones nacionales, pero los efectos más contundentes de la retracción se concentran en la obra pública, mientras los emprendimientos privados también exhiben una caída pero mantienen una performance razonable para épocas en las que no abundan las certezas sobre la inversión.
El presidente del Colegio de Arquitectos Regional III, Santiago Rojas, explicó que "si bien ha habido una merma en lo que se refiere a proyectos y dirección de obra, los niveles de trabajo entre los profesionales se pueden considerar aceptables a pesar de la crisis, pero luego eso no necesariamente se refleja en la obra, porque una cosa es el proyecto y otra su ejecución".
En ese sentido, observó que "si uno atiende lo que dicen los proveedores, se verá que recién hace un mes que se nota mayor movimiento". Eso es particularmente ostensible en el rubro de la madera, que es un material de profuso uso en la zona.
Con todo, Rojas interpretó que "algunos números que manejamos nos muestran que ha habido una merma en distintos aspectos de la actividad de la construcción, aunque no parece ser tan importante como en otras ciudades de la provincia".
A su turno, el delegado regional de la Uocra, también consultado por este diario, coincidió sobre la aceptable evolución de la obra privada, ya que "había proyectos en marcha que se han mantenido en ejecución", pero llamó la atención sobre la "caída de la actividad pública, que ha multiplicado el desempleo entre los trabajadores de la construcción".
Guillermo Olarán explicó que el cuello de botella está en los retrasos del pago de las certificaciones, que los estados provinciales o nacional deben realizar una vez que se constata el avance de obra. "Hay empresas a las que se les deben varios millones de pesos, como es el caso de la que está abocada a las obras de pavimento de la ruta nacional (234), a la que se le adeudan ya ocho meses". La consecuencia directa de esa situación es que "las empresas no pueden retener las plantillas, y eso provoca que la gente se quede sin trabajo y que aumente la oferta de mano de obra y las condiciones de precariedad laboral".
El dirigente de Uocra destacó que "estamos trabajando con el estado municipal para consolidar una bolsa de trabajo, que le asegure prioridad a la gente que cuenta con la libreta de fondo de desempleo y acrediten residencia de al menos dos años en la zona".