Parece que ya no alcanza con la magia del paisaje, la feria de artesanos, el casino o los espectáculos callejeros permanentes, ni aún con ser la capital cultural patagónica.
Es que ahora hay un destino turístico consolidado, llamado El Bolsón, que demanda nuevos productos en esa competencia sin tregua para lograr que el visitante prolongue su estadía.
Romper la estacionalidad veraniega sigue siendo el paradigma que desvela a las cámaras empresariales y a la dirigencia del sector. Quizás las inversiones de infraestructura en el cerro Perito Moreno para crear un centro de deportes de montaña sean parte de la solución, aunque también hay que modernizar los caminos de acceso y brindar alternativas complementarias para que los esquiadores nos elijan durante unos días en el invierno.
Las encuestas, en tanto, subrayan que las expectativas de los viajeros -mayoritariamente familias-, están puestas en que haya mayor oferta en cuanto al entretenimiento y la recreación.
"¿Dónde están los hippies?", era la pregunta obligada de cada turista que llegaba a la región. Es que en sus cabezas ciudadanas rondaba la ilusión de bajar en un pueblito de montaña donde jóvenes melenudos y blondas muchachas -como en los '60-, vivieran en contacto con la naturaleza, practicando el amor libre y vendiendo artesanías para sobrevivir… a pocos metros del bosque donde duendes y hadas sean parte de la vivencias diarias.
Lo cierto es que hace años que se murió "Coquito", quizás el duende más autentico que tuvimos y la realidad les muestra una feria de la que viven casi 500 familias complementando ingresos con magros sueldos docentes rionegrinos y con muy poco de aquella mística "bolsonera" del pasado. Encima, compitiendo contra feriantes paralelos, payasos de plaza y músicos de ocasión que llegan en temporada y solo atraídos por el bolsillo fácil de los padres en vacaciones.
Los duendes quizás se puedan encontrar en algún atisbo de parque temático, mezclado entre animales de la Era del Hielo, dinosaurios y bambis disimulados entre el follaje de una cascada escondida.
Sin embargo -y la idea no es nueva-, más de una vez se gestó el proyecto de recrear una aldea aldina donde los artesanos muestren sus talleres y su estilo de vida al turismo. La típica villa con casitas de cuento, calles en laberinto, puentes donde canten los juglares y tabernas con cerveza casera ya tuvo sus proyectos en Epuyén y en Lago Puelo, y solo parece estar a la espera de un inversor afortunado para tomar forma y convertirse en un emprendimiento exitoso.
La historia
En igual sentido, la Comarca Andina parece necesitar de su rica historia como recurso para crear nuevos circuitos demandados por el turismo.
Es que la región en su conjunto dispone de un enorme potencial apto para generar otros productos y prolongar la temporada con atractivos diferentes a la naturaleza.
De norte a sur, El Manso, El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, Epuyén, El Maitén, Cholila y Leleque conforman un interminable desfile de bosques, lagos, praderas y montañas que conmueven al viajero a la hora de elegir un destino distintoy variado en propuestas.
La ubicación geográfica privilegiada del área, situada entre San Carlos de Bariloche y Esquel, dos de las ciudades patagónicas más importantes, con acceso directo a los parques nacionales Lago Puelo y Los Alerces y ruta obligada de los visitantes provenientes del sur chileno (Puerto Montt, Valdivia, Chiloe), además de la Patagonia austral; la constituyen en una comarca en creciente desarrollo sustentable y promisorio futuro a nivel internacional.
No obstante, el aspecto histórico y cultural no ha sido puesto aún en relieve, siendo que ofrece una rica gama de atractivos basados fundamentalmente en el trabajo fecundo de los pioneros, la leyenda de famosos pistoleros y fabuladores, sus artistas, sus artesanos e, incluso, la idiosincrasia de los pueblos originarios. Está comprobado que las tendencias actuales de la demanda turística se orientan no sólo hacia lugares naturales sino también hacia otras propuestas concretas de actividades.
En principio, la razonabilidad de potenciar el plan requiere de la determinación de los gobiernos provinciales, haciendo una política de Estado el anhelo general de prolongar la temporada turística que sigue estancada en no más de 80/90 días al año, con un promedio de permanencia en la zona de 4/5 días por familia.
Para vivir del turismo es indispensable generar atractivos más allá del verano y al que deben abocarse los organismos competentes y las cámaras empresarias, con un plan director que contenga las ambiciones a ambos lado de la frontera interprovincial.
El circuito turístico por el camino de la historia se podría proyectar como una oferta singular y cualificada de atractivo cultural, comercial y creador permanente de empleo.
Algunos de los recursos potenciales de que dispone la región, entre otros, son los siguientes:
En El Manso: primeras viviendas y el camino de la colonización, puerta de entrada de los primeros pobladores de la comarca, a través de lo que conoció como "El paraíso".
En El Bolsón: camino de los nogales con antiguas edificaciones, pinturas rupestres, sitio histórico de la primera cervecería de Otto Tipp y molino harinero de la familia Merino. Recreación escenográfica de la "República Independiente de El Bolsón" y la antedicha aldea artesanal.
En Lago Puelo: primera población blanca en la zona con el asentamiento del "Motoco" Cárdenas (1895); camino de los pioneros en el Parque Nacional Lago Puelo; escuela fundacional de la soberanía argentina, del maestro Pedro Pascual Ponce, en Las Golondrinas.
En El Hoyo: la historia de Martín Sheffield y la laguna del plesiosauro en El Pedregoso, al pie del cerro Pirque. Periplo de las pinturas rupestres en torno al mallín de la turba, que dan testimonio milenario del paso de humanos por la región. Colonización polaca y ucraniana.
En Epuyén: parque temático sobre la cultura mapuche en Puerto Bonito, en la costa del lago Epuyén, donde también existen pinturas rupestres. Monumento al cantautor patagónico "Abelardo Epuyén González"en la plazoleta 2 de abril.
En Cholila: circuito integrado que incluye la cabaña de Butch Cassidy, el molino harinero de la familia Cea y la primera escuela y museo histórico en río Blanco.
En Leleque: el museo antropológico y el boliche de campo, la estancia y la antigua estación ferroviaria.
En El Maitén: el viejo expreso patagónico con su museo ferroviario, talleres y antiguo puente sobre el río Chubut.