La fachada de la vieja Escuela Normal mixta volverá a la calle Buenos Aires, esta vez reconstruida.
Este histórico edificio -que se mantuvo en pie por más de 100 años- al que le llegó la piqueta para poder ser ocupado, vio crecer las primeras generaciones de maestros de Viedma. Luego y por varios años albergó al municipio de esta capital.
La idea es que ahora regrese a él el Concejo Deliberante en un espacio remodelado pero respetando aquellas raíces vinculadas con la educación y administración de la ciudad.
Ese antiguo edificio desocupado hace años, vencido por la falta de mantenimiento, fue recientemente demolido para dar paso a la reconstrucción total de la fachada original que fue deformada tras sucesivas obras.
Antes se habían realizado trabajos en el interior que incluyeron remoción de aberturas obsoletas, limpieza del sector, quita de las conexiones eléctricas a la vista y relevamiento de lo existente, descubriendo las diferentes etapas de construcción de esa centenaria estructura, antes aún de convertirse en escuela.
Allí funcionó la primera Escuela Mixta de la Patagonia fundada en 1917 y varias generaciones de maestros salieron de sus aulas.
Además, durante varios años funcionó en ese edificio la sede central de la municipalidad de Viedma, hasta que las condiciones edilicias no permitieron su uso.
A partir de entonces se proyectó su recuperación para ser destinada al cuerpo deliberativo municipal.
Varias fueron las presentaciones que se hicieron para declarar al edificio Monumento Histórico Nacional.
Fue históricamente uno de los edificios custodia en uno de sus laterales de la Plaza Adolfo Alsina, mirando entre los árboles la catedral y la Manzana Histórica de la capital de Río Negro.
Sus líneas de edificación sencillas y austeras hermanaban el edificio con los establecimientos educativos de fines del siglo XIX y principios del XX.
Ahora, la idea es reconstruir íntegramente la fachada original de este edificio y en el interior colocar referencias a los egresados de la Escuela.
Se prevé en el proyecto un recinto para el Concejo Deliberante y oficinas para la Presidencia y los distintos bloques.
El proyecto está a cargo del arquitecto Oscar Sanguinetti, integrante de la Asociación Amigos de lo Nuestro y una de las personas que más conoce la historia de los edificios de la ciudad.
La recuperación edilicia forma parte de un programa de mejoramiento de sitios históricos de la ciudad que incluyó la expropiación del ex Colegio San Francisco de Sales, en la única Manzana original que sobrevivió a la inundación de 1899.
Según el proyecto, el edificio recuperado tendrá una doble fachada. Desde el exterior será reconstruida la de la vieja escuela normal, mientras que desde un patio interno se podrá observar la estructura de un edificio moderno que albergará oficinas y un ascensor para personas con capacidades diferentes.
Además, lo que fue en tiempos de la escuela el perímetro de las antiguas aulas quedará marcado en el piso, así como el nombre de los egresados.