Schoura y Edgardo Romero, él maragato de nacimiento, son destacados músicos a nivel nacional. Integran la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires y la Orquesta Sinfónica Nacional, respectivamente.
Ambos ejecutan el fagot pero en el caso de Edgardo también el clarinete. Schoura es además profesora nacional de piano y artista plástica.
La música les marcó un camino común y la vida un proyecto juntos desde hace varios años. Viajes por el mundo a través de presentaciones en distintos teatros, además del Colón, Edgardo formó parte de una realidad de privilegio pero también de mucho trabajo. Ambos eligieron Patagones para radicarse en el futuro, al despedirse de los grandes escenarios como una actividad permanente. Fue así que en busca de ese lugar de radicación en la ciudad maragata, la música los reunió con un proyecto al que abrazaron apenas conocieron.
El año pasado en una de las empinadas calles de Patagones el encuentro con el recuerdo de la infancia no fue casual: Jorge Valle, presidente de los Bomberos Voluntarios, fue compañero de la primaria de Edgardo y no tardó en trasmitir el proyecto musical. Además el director de la Banda de "los bomberitos" Luis Coronel fue también compañero de estudios de música de la adolescencia de Edgardo en Bahía Blanca. Su papá que era esquilador lo había mandado a estudiar tornería mecánica a aquella ciudad pero la música fue más fuerte.
El compromiso de sumarse a la iniciativa fue inmediato así como el contacto con los chicos a quienes aportan conocimientos, videos y la probable participación de colegas de Buenos Aires para aprender más de los distintos instrumentos. "La música es una opción maravillosa para un chico sobre todo en estos momentos con posibilidades ilimitadas frente a las puertas que se abren a través de este lenguaje universal", aseguró Schoura. Entre los dos tratan de apuntalar el conocimiento de la lectura musical con clases de teoría y solfeo para que tengan un conocimiento integral, "una herramienta más para que puedan defenderse, gozar y entender lo que es la música".
En cada viaje a Patagones -cada vez más frecuentes- las clases son intensivas y la respuesta de los chicos altamente satisfactoria.
"Estamos muy entusiasmados y pensando seriamente en formar una orquesta, un pequeño semillero de músicos para la Comarca Viedma-Patagones", confió el matrimonio.