Veredas emblemáticas, una propuesta urbanística que guarda rasgos de la identidad. Una vereda que pone en valor el patrimonio histórico, cultural y arquitectónico recobrando la identidad.
Se trata de una obra que recupera todo el entorno de un edificio que es patrimonio histórico y que representa un hito importante en la educación de nuestra ciudad.
La vereda de la Escuela 5 se convirtió con el paso del tiempo en un sector inaccesible para personas con discapacidad y personas mayores, dado que la laja se había deteriorado con el transcurrir de los años.
La obra encarada por el municipio de San Martín de los Andes, a cargo de la Secretaría de Obras Públicas, se llevó a cabo levantando en su totalidad el piso para poner el nuevo material.
El diseño es un tema especial, ya que en él se aborda desde el punto de vista técnico una representación bicroma, colorado y blanco, con esta técnica del color, se crea una construcción mental que contrasta figura y fondo, correspondiendo a formas geométricas simples triangulares, de cuerpo relleno, unidas por su vértice.
La importancia de este diseño es destacable porque en realidad no se determinó que fuera así por una cuestión caprichosa sino que él remite a los diseños textiles que tienen además una importante simbología de origen mapuche. El uso del diseño textil tiene un soporte sacralizado en los pueblos originarios y permite modelar y transmitir información acerca de la vida material y espiritual de sus portadores.
Esta vereda de la Escuela 5 cuya obra comprende toda la manzana contiene símbolos religiosos como la odisea de un viaje eterno, terrenal y celestial, habla del conocimiento ancestral sobre el territorio , el paisaje y sus recursos, le da una temporalidad a la vida cotidiana, entre otros importantes conceptos.
Es por esto que la vereda revaloriza toda la manzana en la que se encuentra la escuela mencionada, el Jardín 12 y el edificio de Supervisión Escolar que también es parte de nuestro patrimonio histórico, cultural y arquitectónico. La idea central entonces es poner en valor el entorno con veredas que tengan un sentido de identidad, siguiendo estos conceptos con un costo que no demanda mayor erogación que otros materiales.
El diseño de las baldosas pertenece al arquitecto Alejandro Santana, quien ha sido el referente directo del Vía Cristi y de la remodelación de la Parroquia de Junín de los Andes.
El Programa de Veredas Emblemáticas continuará durante este año tomando otros sectores de la ciudad, plasmando la misma idea de identidad y simbología que se ha logrado con la manzana ubicada sobre la avenida San Martín, en pleno casco céntrico.
Colaboró:
Graciela Vázquez Moure