Mi relación con San Martín de los Andes tiene más de 40 años. Fui turista primero, allá por el 69. Años después junto a mi esposa e hijos construimos nuestra casa y fuimos ciudadanos. Y más tarde, en los ´90, decidí enfocar en la ciudad parte de mi actividad empresaria, invirtiendo en los rubros hotelero y gastronómico, trabajando desde entonces vinculado al turismo.
La actividad turística junto a la construcción han sido los motores históricos del desarrollo de esta comunidad. Salvo algunas explotaciones madereras y pecurias, no existen explotaciones industriales ni agroganaderas de gran incidencia en la economía de la ciudad. San Martín es el destino turístico más importante de la provincia del Neuquén (por población, plazas hoteleras, servicios gastronómicos, entre otros ítems). Es la actividad privada que más mano de obra emplea, ofreciendo a muchos de nuestros ciudadanos una salida laboral que de otro modo no existiría. Todo esto nos compromete a cada uno de sus ciudadanos a atender el cuidado y desarrollo del turismo con especial atención.
El turismo, como cualquier otra actividad, tiene pilares básicos que lo sustentan: el transporte, la capacidad de alojamiento, las opciones gastronómicas, los servicios turísticos locales y la infraestructura municipal, entre otros. Pero no alcanza con ofrecer y dar el servicio: es necesario trabajar en la calidad de la atención, en la actitud personal ante la necesidad de quienes han elegido la ciudad para pasar días de descanso y esparcimiento. Todas ellas son las acciones y actividades necesarias para acompañar, en nuestro caso, toda la belleza y magnificencia que ofrece esta región.
Quien visite la ciudad y tenga una muy buena experiencia, seguramente querrá volver.
Soy un esperanzado que hace mucho tiempo que espera y desea un futuro mejor para San Martín de los Andes y su gente, que ha invertido mucho en ello no solo dinero sino también gran parte de su vida y la de su familia. En este nuevo aniversario expreso mis deseos para esta ciudad, mi ciudad también, con la ilusión que todavía me embarga cuando dejo volar la imaginación y pienso en un San Martín de los Andes mejor:
- Qué bueno sería que el gobierno provincial diera a la actividad turística su real valor, invirtiendo gran parte de las regalías petroleras en su desarrollo, convencido que el turismo puede ser uno de los principales sostenes económicos de la región y actuara en consecuencia.
- Qué bueno sería que el camino de los 7 Lagos se terminara de asfaltar.
- Qué bueno sería que el problema de transporte aéreo se solucionara para poder atraer turismo extranjero y nacional que hoy no llega.
- Qué bueno sería que el aeropuerto fuera dotado de la tecnología más avanzada para facilitar los despegues y aterrizajes. O de lo contrario que se construyera el tan discutido aeropuerto alternativo.
- Qué bueno sería que hubiera un Centro Médico de Alta Complejidad, para nuestros habitantes y también para esos turistas que no vienen por esta carencia.
- Qué bueno sería que hubiera un Centro de Altos Estudios Turísticos en el que se pudiera formar personal en todos los niveles y especialidades y así brindar la mejor prestación de servicios turísticos.
- Qué bueno sería que el Centro de Esquí del Cerro Chapelco se afianzara y que la empresa que ha comenzado recientemente a manejar sus recursos tuviera una conducción inteligente y estable en el tiempo, para llevarlo cada vez más adelante.
- Qué bueno sería que hubiera un plan de gobierno que propusiera soluciones habitacionales y evitara la toma de tierras fiscales en el ejido urbano, lo que ya está perjudicando la imagen de "aldea de montaña", "ambiente protegido", en "donde estuvo el paraíso".
- Qué bueno sería que se concretaran los acuerdos con la comunidad mapuche y se le diera un cierre a las interminables negociaciones, evitando así los cortes de ruta y manifestaciones que tanto daño hacen al quehacer turístico.
- Todo destino turístico necesita un equilibrio entre la cantidad de habitantes y la cantidad de turistas posibles. También necesita un desarrollo organizado que evite la redundancia de algunos servicios así como la carencia de otros. Qué bueno sería que hubiera políticas que administraran estos temas, proyectando el futuro.
Deseos que son necesidades reales para un crecimiento sustentable, deseos ideales para afianzar en este aniversario.
RICARDO MATIAS TADDEO
rmtaddeo@smandes.com.ar