La ciudad, el trabajo y la educación en boca de cuatro diseñadores que siguen eligiendo Roca para vivir. Rescatan el gran valor cultural que tiene la ciudad para sobresalir y destacarse de las vecinas localidades valletanas.
Jóvenes profesionales cuentan qué le aportan a la comunidad con sus ideas, proyectos, conocimientos y afectos. .Todos confiesan los más y los menos de este lugar y enfatizan que hay que capitalizar "la vocación de crecimiento".
La ciudad se consolida con su oferta de estudios de grado y posgrado de alto interés. .En esta nota rastreamos la oferta terciaria previa a la creación de la actual UNC.
Qué circuitos fatigaban los jóvenes de los años 70 y con qué códigos se entendían. ."Aquelarre", "Macondo", "Ruana", "Demián, "La vieja dama"... los primeros topless...
Nuestra ciudad es una suerte de semillero de talentos. Con pocos recursos, muchas pilas y horas de trabajo van creciendo diferentes alternativas musicales. .Algunas ya tienen años, otras son muy recientes, pero todas constituyen ejemplos de la variedad de estilos y movidas culturales que viene dando Roca.
El complejo frutícola regional tiene 46 mil hectáreas en producción, 328 plantas de empaque, 310 instalaciones de frío, 3.200 productores y 47 empresas exportadoras. Genera un ingreso de entre 500 y 600 millones de dólares al año, con 40 mil empleos directos y 12 mil indirectos. Roca participa con unos 80 millones de kilos de manzana para consumo en fresco (el 15% del total) y unos 85 millones de kilos de peras para consumo en fresco (el 17% del total). En ambos casos, ocupa el segundo lugar detrás de Villa Regina.
Joaquín García es uno de los pioneros en la producción orgánica. Exporta su fruta .a través de una cooperativa. .Es un emprendimiento en el que participa toda la familia, convencida de que hay que apostar por trabajar sin agroquímicos.
Durante el verano la ciudad se transforma. La tierra .ya ha dado su fruto y un nuevo ciclo de cosecha comienza. Para que el corazón de la economía regional se active, antes de que salga el sol las calles se llenan de trabajadores en bicicleta y más tarde las rutas desbordan de camiones antiguos o modernos con su preciosa carga de manzanas, peras o cerezas, entre otras delicias. En la época en que muchos encaran su descanso estival, cada eslabón del complejo frutícola funciona a pleno. Un apasionante rito captado por la lente de un fotógrafo de "Río Negro", que se puede disfrutar paso a paso, hora a hora, en estas páginas.
La Fundación Ninquihué amplía la oferta de talleres para los chicos que asisten a su "casita", donde están convencidos de que a partir del arte se pueden fortalecer y ayudar a construir sus identidades.
Fue peón rural y soldador hasta que abrió su primera bicicletería. .Después, les puso dos ruedas a varias generaciones de roquenses. .Aquí, en primera persona, cuenta su apasionante historia.