in dudas es la mayor protagonista de una gran y extensa cadena productiva. No sólo en esta ciudad y esta región, sino también en el plano nacional.
La fruticultura, de la mano de una de sus principales aliadas, la manzana, no sólo da sustento a la economía local sino que además posibilita y potencia una enorme multiplicidad de actividades que se desprenden de ella.
Sus cualidades “en fresco” son aprovechadas en el mercado interno y, sobre todo, en las principales plazas mundiales, pero cuando sus características cambian, también son mayores sus usos.
La manzana, que sólo en esta ciudad ocupa cerca de 2.500 hectáreas en producción, y en todo Río Negro alrededor de 21.700 -sobrepasando al muy rentable cultivo de peras-, da lugar a la elaboración de numerosos derivados y con ello, incrementa sensiblemente el número de familias que viven de ella.
Jugos concentrados, frutas deshidratadas y desecadas, bebidas diversas, aromas y sabores para innumerables productos alimenticios -comidas, postres, golosinas- y también de cosmética y perfumería, por citar sólo algunos.
¿Cuál es el panorama en Roca?
Basta hacer un poco de memoria y mirar a nuestro alrededor para observar todo lo que gira en torno a este noble fruto, del cual sólo en la última temporada del 2006 se registró una producción cercana a las 900.000 toneladas en la región patagónica.
Sidreras que abastecen de esta tradicional bebida a buena parte del consumo nacional, reconocidas empresas de extensa trayectoria que son elaboradoras de jugos, firmas productoras de bombones y bocaditos de manzana y hasta pymes familiares que se nutren de la mano de la cocina y la repostería, aparecen en escena.
Y aunque suene redundante decirlo para todo aquel que conoce o está vinculado a la producción, también cabe mencionar el enorme trajinar de empresas de empaque, frío, transporte, provisión de bins y pallets, agroquímicos y fertilizantes que también giran en torno a ella.
Sin olvidar que en sólo en una temporada, la cosecha genera hasta alrededor de 60.000 puestos de empleo.
Roca se auto-nominó hace tiempo como “capital de la manzana” y con esfuerzo y trabajo, cada temporada sus productores, como principales actores de la tarea primaria, hacen lo imposible para mantener el estatus. Y al menos por ahora, no sólo la experiencia diaria lo avala, sino también los números.
Números que reflejan, tal como lo demostró el último censo provincial, dónde están las tierras que siguen ostentando y brindando la mayor producción de esta valiosa fruta.

El camino para los próximos diez años

Las chacras están.
¿Pero cuál es el camino a seguir en los próximos años para lograr la rentabilidad que tanto reclaman los chacareros?
La dirigencia de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén centra sus expectativas en el desarrollo del Plan Integral Frutícola, que une a los distintos sectores de la actividad.
Manuel Mendoza, presidente de la entidad, dice que “el Plan va a desnudar la realidad” y que les permitirá tener una visión de qué hacer en los próximos diez años. Esto es, por ejemplo, “saber qué hacen nuestros competidores inmediatos, cuáles son las tendencias en el mundo sobre gustos y variedades”, explicó en su mirada atenta a las tendencias que hoy recorren el mundo.
Por lo pronto, en junio de este año el Plan lanzó su agenda a corto plazo en el que el programa de Sanidad y Calidad, se lleva el mayor porcentaje de la inversión, con un total de 34,2 millones de pesos (el 72,3%).
También se debatirán aspectos como la transparencia y la contractualización.
“Pero este Plan todavía está en pañales, porque está todo por hacer”, reconoció el dirigente.
La iniciativa es conducida en forma conjunta por referentes de CAFI, Cinex, Federación de Productores, provincias de Río Negro y Neuquén y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA).