El atletismo seniors es quizá una de las actividades con mayor movimiento dentro del deporte roquense. Apoyados en el Círculo de Atletas Veteranos del Alto Valle, este grupo viene trabajando hace varios años en la ciudad, con una carencia importante de elementos para desarrollar la disciplina, pero con una dedicación envidiable.
“En la continuidad está la principal motivación”, dice Guillermo Paolini, uno de los principales impulsores del atletismo en general en la ciudad. Aunado con el deporte desde muy joven, Paolini pasó por todas las etapas de la actividad y si bien todavía se anota en alguna competencia, el aspecto dirigencial ocupa hoy gran parte de su tiempo.
“Decidimos hace un tiempo institucionalizar el deporte (con la creación del círculo) por dos objetivos primordiales: conseguir la realización de la pista de atletismo y organizar la competencia de los integrantes de la agrupación”, afirma Paolini. “De a poco la gente se fue sumando, para competir pero también para trabajar. Hoy conformamos un buen número”.
El carácter amateur de la disciplina y la falta de medios no es un impedimento para encarar la actividad.“Esto lo tomamos con mucha seriedad. A pesar de las carencias, cuando concurrimos a alguna competencia nacional o internacional, nuestros atletas van muy bien preparados y en general dejan bien representada a la ciudad”.
Miriam Quintremán, presidenta del Círculo y esposa de Paolini, llega de trabajar y se suma a la charla. Es un claro ejemplo de que la pasión todo lo puede. “Empiezo temprano con mi actividad laboral y termino cerca de las 3 de la tarde. Me pongo las calzas y voy a entrenar”.
Quintremán deja en claro los inconvenientes que tienen algunas modalidades atléticas para practicar en Roca. “ Los fondistas y mediofondistas no tienen mayores dificultades, pero los problemas empiezan por ejemplo con los lanzadores (bala, jabalina, martillo)”.
UNA NECESIDAD

La falta de una pista en la ciudad es la gran asignatura pendiente. Las promesas gubernamentales han sido muchas, pero pocos los avances. “ La necesidad de este espacio es real”, afirma Paolini y se mete además en su rol de docente. “No sólo para los atletas sería vital sino también serviría como escenario para las prácticas escolares, que no cuentan con un lugar adecuado para la actividad. Es una necesidad de la comunidad”.
“Si tuviéramos la pista propia, el combo sería completo porque en ámbitos naturales, Roca está entre las mejores del país. Para practicar por ejemplo cross country, nosotros no necesitamos ir al mar porque acá tenemos todo. Las subidas y bajadas en las sierras al norte de la ciudad y las bardas detrás del río son escenarios inmejorables para entrenar”, asegura Paolini.
 A pesar de carencias, Miriam apuesta, con voluntad, a enfrentar las adversidades. “Para los veteranos no es fácil encarar un deporte. Existen otras obligaciones (familiares y laborales), hay menos tiempo y el cuerpo no es el mismo. Hay que entrenar cuando se puede y no importa el frío o el calor. Pero es lo que nos gusta. Es nuestra mayor motivación”. (W.R.)