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Sábado 01 de Septiembre de 2007
 
 
 
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  LA VIDA EN LOS BARRIOS | HISTORIAS QUE NOS REFLEJAN
  Balada para una revolución
Allí donde la principal calle de Roca, la Tucumán, llega al 6.000 comienza el antiguo y luchador “J.J.Gómez”.
Los hijos se instalaron en nuevos barrios que rodean al de sus padres. Juntos sueñan con la independencia.
 
 

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Podría ser el personaje de “Balada para un loco”, sólo que sería algo así como “mezcla rara de penúltimo revolucionario y de pequeño chacarero en la lucha contra la extinción”. Y no sólo J.J.Gómez podría ser esto. Felipe Gerbán, uno de los jóvenes del barrio más conocido en la ciudad, también podría describirse de la misma manera.
Felipe, como su barrio, sabe de la importancia de perseguir utopías. Sabe lo que es la falta de trabajo pero también de lo gratificante que es lograrlo por esfuerzo propio. Sabe que una época de bonanza puede traer una de necesidades pero también que afrontándola en conjunto siempre es más fácil. Y sabe de gente honesta, de saludar al vecino, de confiar en las personas, de ser parte de un paisaje tranquilo en el que el sonido de fondo lo ponen los pajaritos.
Como la mayoría de sus vecinos, los Gerbán llegaron a Gómez hace muchos años. El abuelo de Felipe trabajó en el frigorífico Fricader, donde luego entró a trabajar el papá y donde ahora también trabaja él.
El frigorífico, junto a otras empresas como Canale, Cascada, el ferrocarril, la fabrica P.A.C., fue parte del crecimiento y afianzamiento del barrio. “El frigorífico se abrió en el ‘58 -cuenta Felipe-. En ese tiempo todavía se estaba formando el barrio. Se fueron haciendo las casitas porque muchos venían de afuera y trabajaban acá en el frigorífico. Toda la gente laburaba acá y hasta venían de Roca. Fricader tenía un colectivo que pasaba a buscar a la gente y los traía a trabajar acá. Y ahora vos ves las bicicletas de la gente que va a su trabajo a Roca o a las chacras, pero no se quedan acá. Se hacen unos cuantos kilómetros en bicicleta todos los días. Antes la gente de acá tenía laburo acá cerquita. Bueno, ahora de a poquito se está haciendo de vuelta”.
La última frase es acompañada de una sonrisa repleta de orgullo. Y es que lo que “se está haciendo de vuelta” es conseguir trabajo genuino en el mismo barrio gracias a la recuperación del frigorífico en manos de sus trabajadores en forma de cooperativa. Este proyecto que comenzó como una defensa desesperada de la última empresa que quedaba en Gómez consigue logros importantes cada año y el que más los alegra es la posibilidad de incluir a más vecinos en la tarea. “Empezamos siendo 16 empleados y ahora somos 30. Pronto se van a incorporar tres personas más porque vamos a arrancar con chacinados que habíamos parado porque estaba toda la gente en la faena”, explica este joven que con sólo 26 años se ha convertido en presidente y vocero de la cooperativa ante la comunidad.
Felipe nació en Gómez y conoce cada uno de nuevos asentamientos que rodean y en ciertos aspectos comprenden a su barrio. “Ahora vivo en barrio Tronquitos, está cerca de la ruta chica en la calle Alsina, son tres cuadras nada más. En realidad pertenece a Gómez. Todo pertenece a Gómez: Barrio Belgrano, la zona de Alta Barda (el nombre con que los vecinos llaman a Julio Corral) y Tronquitos. Ojalá el día de mañana seamos municipio”.
Y esta última frase marca una de las características distintivas de este sector de la ciudad con respecto al resto. Una gran porción de la comunidad de Gómez anhela independencia de Roca y convertirla en una nueva localidad. “Lo que pasa es que es uno de los barrios más viejos y está muy abandonado. La gente paga los impuestos y recién ahora parece que van a hacer las cloacas. Por ahí hay barrios más nuevos que las tienen y Gómez no”, explica Felipe.
El describe las principales necesidades de su barrio. “Como faltarle le faltan muchas cosas pero lo principal es trabajo. Por eso empezamos toda esta lucha porque si hubiésemos dejado todo así, de esto no hubiese quedado nada. Lo principal sería trabajo, que de eso nos estamos encargando nosotros de a poquito. Y en educación la escuela Nº66 no está dando clase. Los directores hacían todos los años notas diciendo que la escuela no estaba en condiciones y nunca les dieron pelota y ahí esta ahora. Dicen que lo quieren arreglar, que lo quieren parchar, pero eso no va a dar más. Eso se está viniendo abajo porque no hay cloacas, está construido sobre pozos ciegos y cedieron las bases. Así que por más que se arreglen es un peligro. En educación estamos re jodidos”.
“Y en salud también -sigue- porque ya para la cantidad de personas que hay no alcanza la salita. Si nosotros nos lastimamos a la mañana tenemos la salita. Pero nosotros arrancamos a las 3,30 o 4 y es un trabajo peligroso, lo más fácil es cortarte y tenés que ir a Roca porque acá la sala abre a las 8 y hasta el mediodía y después a la tarde ya se terminó y si te enfermás o algo tenés que disparar para Roca”.
Para este joven lo mejor del barrio es indudablemente la gente que vive en él. “Por lo menos de Gómez-Gómez (reafirma para no incluir a los otros barrios) nos conocemos todos porque ya la gente hace años que está y si no es pariente de tal. Parece distinta la gente, o será que uno está tan acostumbrado a vivir acá que es más cómodo. Por ahí te vas un tiempo y extrañás. Es un lindo barrio para vivir. Es tranquilo, robos y eso es muy raro que haya, por ahí en Alta Barda hay un poco más pero acá no tanto”.
Alta Barda es el barrio que más ha crecido de todo el sector. Hoy tiene cerca de tres mil habitantes y la cifra sigue en aumento continuo. Y ese crecimiento abrupto ha generado una zona conflictiva en cuestiones de seguridad. “El que no haya trabajo trae toda una cadena. Si no hay laburo no hay educación, no hay trabajo y la gente que no tiene recursos. Tampoco hay contención para los más jóvenes porque yo me acuerdo que en Gómez había equipos de fútbol y otros deportes, contenían a los chicos. Ahora no hay ningún programa de nada. Si les enseñan una disciplina, por ahí las energías las queman en eso. Pero vos los ves ahora a los pibes y están dando vueltas por la calle, no tienen nada para hacer, van a la escuela y después dan vueltas por ahí”, analiza.
Como muchos descendientes de los antiguos vecinos de Gómez, Felipe compró un terreno para mudarse junto con su señora y sus dos hijos, en Alta Barda pero cuando empezó a construir le robaron todo y decidió quedarse en la casa que construyó en el fondo de la de sus padres. El explica que en su barrio muchos son las parejas de jóvenes que optan por vivir con sus progenitores. “Comprar un terreno en Roca o cerca no se puede, entonces, la mayoría de los hijos que han formado familia y se quedan en el barrio tienen una casa así”.
Recorriendo las manzanas de Gómez uno puede fácilmente darse cuenta de que la mayoría de los habitantes que viven allí son personas mayores.
Dos datos ayudan a la observación de esta realidad: El primero es que tiene dos centros de jubilados con mucha participación en la vida comunitaria y el segundo es que cuando se hicieron los Centros de Desarrollo Infantil el que se había creado en Gómez se debió trasladar a Julio Corral porque no había muchos chicos.
“Si te ponés a ver en todas las cuadras, ha quedado en la mayoría de las casas gente que hace años vive ahí, los hijos se han ido pero ellos queda. La mayoría de los dueños de viviendas en Gómez son gente grande. No hay familias jóvenes que están viviendo y sean dueños”, cuenta Felipe y afirma que, según su parecer, esta realidad hace que su barrio no se independice como localidad por ahora. “A la gente por ahí le cuesta porque se tiene que mover un poco más para conseguir esto. La gente está muy cansada, y es gente grande que tampoco tiene pilas. Pero algún día vamos a pelear por eso”.
Ya como parte de la despedida Felipe recalca: “Creo que no me iría de Gómez más que nada por lo que estamos haciendo nosotros, esto de haber recuperado el frigorífico. Ni siquiera creo que me iría si tuviera una buena propuesta de laburo porque acá está el laburo y los sentimientos. No te querés ir... Acá soy yo”.

 

   
MARIANA BENITEZ
marianab@rionegro.com.ar
   
 
 
 
Diario Río Negro.
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