| | Para el arquitecto Néstor Sarasola “Roca está ahora más linda que nunca: se la está embelleciendo con obras nuevas y mejoras en el espacio urbano”.
“La ciudad necesitaba actitud, cariño y esfuerzo. Y lo tuvo, con creces. De ahora en más se necesita aptitud. Ideas e inteligencia más que voluntad. Es el momento de empezar a trabajar sobre un plan estratégico y un planeamiento urbano que, actualmente, no están presentes”.
¿Por qué urge? “Primero porque no ha habido crecimiento en los servicios. Tiempo atrás se rompió un caño y media ciudad se quedó sin cloacas. Otra: por una laucha que pasó por unos cables no hubo electricidad por varias horas. Y en segundo lugar, una duda: qué se está haciendo para cuando Roca tenga 150 mil habitantes. Se está mucho en la coyuntura, nada más”.
¿No fueron muchos años de no hacer casi nada por la ciudad? ¿Cómo se sale de la modorra decadente? ¿Cómo se logra consenso? “Al consenso se lo pelea y consigue con ideas y liderazgo político. Y esta gestión lo puede hacer. Hay cierta intervención urbana comunal pero debiera estar encuadrada en un plan estratégico con proyección. Y encabezada por especialistas. Roca necesita de los arquitectos y de los ingenieros (para los servicios y la infraestructura). Y también de la madurez política de sus dirigentes como para que también ellos participen de las decisiones del IPPV; de las telefónicas o de las empresas de gas, electricidad y cloacas”, agrega Sarasola.
Hay también un déficit de infraestructura deportiva, acota: “bien se podría traducir en metros cuadrados la cantidad de chicos que andan perdidos en los cyber y la calle, ¿no?”.
Insiste, en este punto: “es momento este de consensuar y orientar hacia dónde vamos”.
Calmo, reflexivo, este profesional que suma importantísimas obras en la localidad y la región en su trayectoria admite que “hoy el vecino que vive en Roca está más preocupado por su ciudad, está más interesado por la cuestión pública: y esto es mérito de la gestión municipal actual”.
Esta energía, sostiene, es la justa para decisiones necesarias para mejorar aún más la ciudad. ¿Por ejemplo? “La calle Tucumán, que es un verdadero tumor”. ¿Cómo hace este gobierno para cambiarle la mentalidad a los comerciantes que tienen sus negocios en esta calle y dejen de talar los árboles o saquen la mercadería a la vereda? “La intervención del urbanista, si es de calidad, después se ve reflejada en la participación de la gente. Hay que llamar a especialistas destacados, que den su opinión y propuestas; después debatir para que finalmente el municipio lidere ese cambio. Este Ejecutivo local tiene autoridad para seducir y orientar el cambio”.
“Hay que empezar a pensar entre todos. Claro, para esto debe haber interés de parte del gobernante para conocer y escuchar que piensa el otro”, dice Sarasola. |
