| VERDE “¿Cómo es y me gustaría que sea Roca? Pienso en un lugar pujante, próspero, creciente y amigable. Como sé que los colores pueden transmitir sensaciones, representar una realidad, proporcionar información, comunicar una idea, elijo el verde, aquel verde que se acerca al amarillo. “Recorriendo la historia y en la época de los caballeros, el verde de los escudos significaba honor, cortesía, vigor, civismo y esperanza. Desde lo psicológico se sabe que el verde es tranquilo, sedante, evoca vegetación, frescura y naturaleza; el verde que tiende al amarillo cobra fuerza activa y soleado. “Cuando algo reverdece suscita la esperanza de una vida renovada y es así como siento y veo que está Roca hoy”. CEPIA Hay tanta falta de árboles en la ciudad que sólo veo el color de la tierra llevado a toda la arquitectura local. Hay timidez y temor para el uso de los colores; los elegidos son siempre los tradicionales, los tenues y los diluidos. ¿Será que la naturaleza que nos rodea es tan imponente que apaga todo el resto? Pienso en la barda y veo un violeta, un azul intenso, un bordó, un amarillo....para terminar siempre en un ocre, un cepia... que luego se continúa en tantísimos ladrillos, tanto cemento y hormigón y casi ningún árbol en el casco urbano: esa es mi impresión. ¿Cambiará algún día? AMARILLO TIERRA Creo que hay un momento en el cual el valle y las bardas (los elementos más dominantes de nuestro entorno) se funden y se hacen uno en este color, el amarillo tierra, creando un lugar cálido en un sitio y en una época fría como es el otoño. Dulcemente melancólico. ARCILLA “A la arcilla, cuando se le aplica agua, se convierte en dúctil y maleable. La forma que se le confiere cuando está húmeda se conserva tras quedar seca, manifestándose así como el material más versátil de los que el hombre tiene a su alcance desde el principio de los tiempos.De hecho el Génesis dice: “Dios utilizó la arcilla para modelar al hombre”. “Su abundancia en nuestras bardas, su facilidad para tratarla y su resistencia me parece que es “el color” de mi ciudad; de mi infancia transcurrida en una chacra a la vera del río, con vista directa a las bardas; de mi vida cotidiana pues trabajo con ella... la arcilla es sinónimo de trabajo y esta es una de las virtudes de mi ciudad”. |