Rincón de los Sauces, como las demás ciudades y pueblos de la provincia, se sitúa geográficamente dentro de los límites de la llamada "Cuenca Neuquina", básicamente una antigua depresión rellena de sedimentos de diferente naturaleza, marina, fluvial, lacustre, acumulados durante millones de años.
En algún momento de su evolución, la cuenca se llenó y dejó de recibir sedimentos, iniciándose así un período de erosión, debido al cual las capas sedimentarias más antiguas, hoy convertidas en roca, fueron siendo paulatinamente expuestas.
Así, los fósiles contenidos en esas capas, los restos de los animales y plantas atrapados y cubiertos por esos sedimentos que son testimonio de la vida existente durante esos millones de años, llegaron hasta nosotros. Por supuesto, fue también necesaria la intervención del hombre para detectar, extraer, preparar y estudiar esos restos: ésa es la tarea de los técnicos y profesionales de la paleontología, la ciencia de los fósiles.
Cubriendo los depósitos que actúan como reservorio de gas y petróleo, se hallan las rocas característicamente rojizas del "Grupo Neuquén", de escaso interés para la actividad hidrocarburífera pero de una importancia central para comprender la evolución de la vida en la región durante buena parte del periodo Cretácico (desde los 100 a los 70 millones de años antes del presente, aproximadamente).
En pocos lugares como en el área de Rincón de los Sauces, pueden observarse en superficie tantos estratos geológicos ("formaciones") correspondientes a ese grupo (unos 20 millones de años se encuentran representados en las rocas superficiales del área); otros sitios paleontológicos importantes de la Provincia poseen una representación geológica menos variada. Los estratos del grupo Neuquén fueron alguna vez denominados como "Estratos con Dinosaurios" denominados por el geólogo Juan Keidel (1886-1954), quien es más conocido por ser quién ubicó exitosamente el pozo descubridor de petróleo en Plaza Huincul, apoyándose en estudios realizados por el mismo.
Los dinosaurios son sin duda los restos más abundantes en la zona, aquí como en muchos otros lugares de Patagonia. La gente de Rincón, sobre todo la población rural, está familiarizada con el hallazgo de fósiles de dinosaurios.
Factores
La trascendencia que ha tenido la zona en materia paleontológica se debe a una serie de factores, no sólo a la riqueza intrínseca de sus yacimientos. Por un lado, la promulgación de la ley 2184, que establece las normas que rigen las actividades que afectan el patrimonio paleontológico, desde los simples hallazgos casuales, pasando por las actividades de las empresas y la organización de las campañas paleontológicas.
Por el otro, la excelente disposición de los pobladores para efectuar las denuncias de esos hallazgos (según lo establece la mencionada norma legal) y la cooperación de las empresas afincadas en la zona para denunciar y hasta cooperar en la extracción de los restos hallados, incluso a veces, yendo más allá de lo que la ley las obliga.
Por último, la decisión del municipio (y el acompañamiento de la provincia) para crear y sostener una institución como el Museo "Argentino Urquiza".
Dadas esas condiciones y circunstancias, fue sólo cuestión de tiempo. La continuidad de los trabajos paleontológicos (de investigación y difusión) ha llevado al Museo de Rincón de los Sauces a ser uno de los centros de mayor crecimiento en los últimos años, y tal vez el que presenta mayor proyección.
En general, la seriedad de una institución científica se conoce por aquello que "no se ve", como el cuidado con el que se tratan y la forma en que se catalogan y resguardan los restos fósiles una vez extraídos. En el caso del Museo "Argentino Urquiza", las colecciones son mimadas como verdaderas joyas, con el cuidado que merecen tratándose de piezas de un valor patrimonial incalculable.
En crecimiento
Desde los primeros trabajos realizados por los paleontólogos Jorge Calvo y Rodolfo Coria en 1996 la paleontología ha crecido enormemente en Rincón de los Sauces. Decenas de excavaciones y rescates fósiles permitieron que en el año 2000 se inaugurara el museo de paleontología de la ciudad gracias al trabajo mancomunado del paleontólogo Jorge Calvo de la Universidad Nacional del Comahue, del Municipio de la ciudad y su primera directora Gladys Retamal, a quien luego sucedió el profesor Leonardo Filippi.
Desde el Museo se han desarrollado trabajos paleontológicos en diferentes puntos de la zona, muchas veces en colaboración con otras instituciones, como los museos "Carmen Funes" y "Juan Olsacher" y las universidades de Zaragoza y del Comahue, esta última a través del Centro Paleontológico Lago Barreales.
Los sitios trabajados son numerosos: Loma del Lindero, Loma de los Jotes, Aguada Chivato, Cañadón Arroyo Río Seco, Narambuena, Yacimiento Puesto Hernández, Cerro Overo, Aguada Grande, Puesto la Rinconada, El Trapial y El Porche, desde el hallazgo en 1996 de uno de los dinosaurios herbívoros (del grupo de los titanosaurios o "saurios colosos") más completos que se conocen en el mundo.
Siguió a este hallazgo la apertura de un laboratorio paleontológico y en 2000 la definitiva inauguración del Museo Argentino Urquiza. La mayoría de los restos hallados fueron estudiados y publicados y varios recibieron sus nombres correspondientes, como la tortuga Linderochelys, el cocodrilo Pehuenchesuchus y los dinosaurios Rinconsaurus, Pitekunsaurus, y Muyelensaurus.
Otros dinosaurios aún esperan ser descriptos y publicados: Rincón seguirá ofreciendo noticias en los próximos años, sólo contando los materiales ya extraídos y en preparación.
Los titanosaurios no son desconocidos en otras partes del planeta, pero en Rincón asombra la cantidad, diversidad y buena preservación de los restos hallados. Nadie en el mundo que se dedique al estudio de estos reptiles extinguidos podrá ya ignorar los materiales depositados en las estanterías y gabinetes del "Argentino Urquiza".
Divulgación
Los trabajos científicos tarde o temprano desbordan los límites del -siempre acotado- interés de los investigadores y llegan finalmente a la gente, que por otra parte sostiene esforzadamente la actividad con el pago de los impuestos.
Esta "transferencia" se dio en el caso del Museo Argentino Urquiza a través de sus cuidadas exhibiciones, actividades con las escuelas y el paleoturismo. En este sentido, la comunidad de Rincón ve con esperanza el crecimiento de la actividad paleontológica en la región, ya que el turismo, en particular el paleo- turismo, es una alternativa económica concreta para tiempos de baja actividad hidrocarburíferas. Y sobre todo, para una época posterior al agotamiento de los reservorios hidrocarburíferos.
Proyectos
El museo se encuentra otra vez bajo la dirección de Gladys Retamal con proyectos educativos, turísticos y de cooperación científica con la Universidad Nacional del Comahue y el Cricyt de Mendoza. Para conmemorar los 9 años de vida Museo, el 20 de diciembre se inaugurará una muestra de dinosaurios con esqueletos montados que estará abierta hasta fines de febrero del 2010.
Las piezas son facilitadas por el Centro Paleontológico Lago Barreales del Universidad Nacional del Comahue, institución que ha estado presente y colaborando con Rincón desde sus orígenes paleontológicos desde hace 13 años.