En Río Colorado siempre hemos comprendido el rol insustituible e irremplazable que tiene el Estado para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Pero existe un hecho político mucho más significativo: la voluntad de los riocoloradenses de defender un modelo de desarrollo productivo.
Un modelo de ciudad que considera como inversión lo que muchos economistas interpretan como mero gasto público. Por eso, la importancia de fortalecer los pilares básicos del desarrollo de nuestra comarca: educación, salud y vivienda. En resumen, trabajo y producción.
La construcción intensiva de viviendas, las obras de infraestructura como la planta de tratamientos de líquidos cloacales, la modernización de la estructura hospitalaria local y la construcción de Salto Andersen están perfilando una región con inclusión social y movilidad social ascendente.
En los planes federales de viviendas que se llevan adelante en Río Colorado participan no sólo empresas especializadas sino también las cooperativas de trabajo de mujeres, lo que nos permite no sólo involucrar a estos movimientos sociales solidarios en las políticas públicas sino además recuperar el empleo para los habitantes de la región y dignificar la vida de 160 familias.
Un nuevo paradigma de ciudad precisa de instituciones educativas que unan el conocimiento con la producción, generando mayor trabajo y riqueza para los riocoloradenses".
Esto va a exigir, por parte de todos nosotros, readaptaciones en nuestras líneas de trabajo porque vamos a tener que sustituir en Río Colorado algunos esquemas del mercado, ya que el grado de financiamiento que van a tener todos los sectores va a estar radicado fundamentalmente en el poder que el Estado tenga para garantizar un apoyo crediticio a tasas que permitan seguir manteniendo la rentabilidad que cualquiera que invierte quiere mantener.
El gran desafío es, entonces, dotar a la estructura económica de los profesionales necesarios para forjar un círculo virtuoso de mayor industria, mejor calidad del empleo e innovación tecnológica.
Y si antes era necesaria la unidad del Estado con el productor primario y con el empresario, ahora lo es más que nunca: se han terminado los parámetros en el mercado, estamos con una severa crisis planetaria que nos afecta y a la cual nadie todavía le puede ver el fondo ni sabe cuando terminará.
Pero a esta crisis no la vamos a solucionar con más crisis sino con políticas de desarrollo que reviertan esta tendencia y de esa manera proteger a nuestros habitantes de sus consecuencias.
Este nuevo aniversario de nuestra ciudad llega en momentos de grandes dificultades internacionales y crisis financiera global.
Debemos aunar esfuerzos, entonces, reunir recursos materiales e intelectuales para ayudar a pensar y resolver los desafíos que enfrenta el crecimiento de Río Colorado.