A punto de festejar los 75 años -fue creado el 2 de mayo de 1935- el Aero Club Neuquén ha salido a recuperar su rica historia y a revitalizar un presente que encuentra a sus dirigentes con el entusiasmo de sus fundadores.

Cuna de pilotos que desplegaron su profesionalidad en todo el mundo, la entidad atraviesa una etapa de plena recuperación, tras un período de inactividad que conspiró con el desarrollo de sus objetivos de estar permanentemente al servicio de la comunidad. Pero así como sus iniciadores supieron superar adversidades, los actuales dirigentes, lejos de bajar los brazos ante las dificultades, también están decididos a continuar transitando caminos de realizaciones.

"Tenemos ganas de armar un libro que incluya los archivos, el conocimiento y alguna documentación que tienen los socios antiguos. Así preservaremos, documentada, la historia de una de las instituciones más antiguas y tradicionales de la ciudad", dijo su presidente, Alberto Mañueco.

Con una foto en la mano el dirigente delineó la razón de ser de la institución en sus inicios. "Fue tomada en la década del 50 e ilustra las cosas que hacía la entidad en esa época. No había aviones en la zona, entonces cuando habían temporales de nieve, iba el Aero Club con sus unidades y rescataba a los pobladores que quedaban aislados. Ese tipo de apoyo a los lugares del interior era una de sus funciones principales."

Mañueco contó que los aeroclubes nacieron alentados, promovidos y financiados por la Fuerza Aérea, como un implemento de avance político y estratégico en el territorio.

"Este desarrollo se extendió por todo el país. A parte de uno de los objetos principales, que era formar pilotos, existía otro que era lograr comunicación rápida en un país tan extenso. Los aviones cumplían la función de actuar como nexo entre la poblaciones aisladas y las ciudades centrales", señaló.

El club forma pilotos tanto deportivos como profesionales. "Somos cuna de pilotos muy destacados, que se insertan en las principales líneas aéreas de Argentina y del mundo", destacó.

"La carrera de piloto tiene distintas instancias, en las que los estudiantes van evolucionando en cuanto a su formación. Consta tanto de práctica como de teoría y su duración no se mide en años de cursado, sino en horas voladas", agregó.

Actualmente el club consta de 60 socios, alrededor de 25 pilotos volando y unos 20 que se recibirán este año. En su época de esplendor llegó a tener diez aviones. Ahora tiene sólo tres aviones de escuela.

Pero los años últimos no fueron fáciles para los aeroclubes. Mañueco comentó que históricamente la provincia ayudó al club de Neuquén, pero que en el último tiempo lo abandonó totalmente.

"Incluso, desde la privatización del aeropuerto, quedó aislado, pusieron un alambrado y la Policía de Seguridad Aeroportuaria dificulta el ingreso de los socios", dijo.

"Cuando vino el Aeropuerto 2000 se posicionó como dueño de todo, sin tener en cuenta que nosotros hace 74 años que estamos ahí. Lo más doloroso es que la provincia no nos defendió y el club se debilitó completamente" declaró.

De hecho se paralizó y estuvo abandonado casi tres años. "Recién en el 2004 se reabrió, cuando un grupo de gente que nos interesa la aviación nos involucramos de nuevo y con fondos propios pagamos deudas, pusimos en vuelo los aviones y acondicionamos la sede social que estaba abandonada. Todo eso, sin ayuda del Estado", remarcó Mañueco.

Ante la pérdida de pertenencias dijo que "hemos hecho una presentación administrativa (contra la provincia) que vamos a traducir en un planteo judicial, con el fin de obtener una merecida reivindicación".

UN POCO DE HISTORIA

El viejo "Cine Gloria", ubicado en la calle San Luis, en el sector del Bajo de la ciudad, fue el escenario donde se redactó y firmó el acta constitutiva del Aero Club Neuquén.

Su primer presidente fue Vicente Chrestia, y entre los miembros titulares figuraron Nicolás Mariano de Zavaleta, Roberto Linares, Adolfo Edelman, Luis Plottier, Francisco Benedetti y Salvador Serpa.

El acta fue firmada por más de 70 socios fundadores que se reunieron, según el texto, "con el objeto de constituir un Aero Club Civil, para propender con su fundación al desarrollo de la aeronavegación en todas sus formas y manifestaciones".

Alberto Mañueco resaltó que el club, junto a su función social y comunitaria, era un ámbito de encuentro de sus integrantes y sus familias.

En esa línea destacó, los encuentros de recreación con asados y otros tipos de reuniones, como una manera de afianzar lazos entre sus integrantes.

Los fines de semana, con distintas actividades, eran jornadas de encuentros y de intercambios. Actividades que actuaban de motivación para el desempeño de los socios y las familias de los integrantes del Aero Club Neuquén.