La ciudad de Neuquén posee 33 monumentos. Entre ellos se encuentran los más conocidos, emblemáticos y visitados, pero dentro de esa lista también se puede contabilizar a aquellos que han quedado olvidados y que para el común de la gente resultan algo insólitos.
Apenas tomamos la avenida Olascoaga, desde la Ruta Nacional 22, y nos adentramos hacia el centro podemos divisar el monumento a la Madre, utilizado por las Madres de Plaza de Mayo como lugar de encuentro para la realización de las marchas.
También sobre la avenida Argentina se emplaza desde su inauguración, el 11 de septiembre de 1938, el monolito que recuerda a Domingo Faustino Sarmiento. El monumento al padre de la patria, el general José de San Martín, fue inaugurado el 12 de septiembre de 1954, durante el festejo por los primeros 50 años de la capitalización de la ciudad. Desde entonces el general debe ser limpiado varias veces al año, tarea que además de extenuante demanda en cada ocasión una inversión de 4 mil pesos.
Saliendo por la avenida Argentina hacia el norte de la ciudad se arriba al Parque Centenario. Originalmente aquí se encontraba la Plaza de las Banderas, conformada por 21 mástiles que recordaban los regimientos que encabezaron la Campaña al Desierto. Este diseño generó cuestionamientos por varios grupos de vecinos que fueron apaciguados cuando en 2004, durante la conmemoración del centenario de la capitalización, se sustituyó completamente la plaza por el monumento al Centenario, que cuenta con dos mástiles de gigantescas proporciones.
Entre los más recientes se destaca el monumento a los Héroes de Malvinas, inaugurado en septiembre de 2006. En este caso se trata de un cenotafio emplazado en el Parque Central, e incluye un gran mural de cristal trasparente en el cual se escribió el nombre de los 649 soldados que dieron su vida durante la llamada Guerra de Malvinas.
Las historias contemporáneas también tienen su lugar destacado en Neuquén. En la diagonal Alvear y avenida Argentina se montó el monumento al fotógrafo asesinado José Luis Cabezas y el destacado cardiólogo René Favaloro también tiene su reconocimiento en avenida Argentina y San Juan.
El monumento a los Árabes, al Primer Pozo petrolero y a la República de Polonia, forman sin lugar a dudas la nómina de los monolitos menos conocidos de la ciudad.
Y a ellos se suman los recordatorios al primer y la primera canillita neuquinos que cubren las dos caras más visibles de la ciudad: el Alto y el Bajo. En el caso de los canillitas su monolito se encuentra en diagonal Alvear y Carlos H. Rodríguez, en tanto que el de ella se emplazó en la súper transitada esquina de avenida Olascoaga y Sarmiento.
a las Madres
Es una obra del reconocido escultor Atilio Morosín y fue donada por la Policía de Neuquén el 22 de enero de 1967.
A partir de 1977 la obra fue el punto de encuentro escogido por las madres y abuelas de los jóvenes desaparecidos de la ciudad durante la dictadura militar.
Con el transcurrir del tiempo el reconocimiento a las Madres hizo que este espacio pasara a ser uno de los puntos de referencia obligatoria para todo tipo de manifestaciones que se realizan en la ciudad.
van por más
En sus 104 años de historia como la ciudad capital de la provincia, Neuquén ha sumado 33 monumentos a su haber de recordatorios a los que, claro está, se suman las plazas, parques y calles. Y es en la forma en la que fueron distribuidos que se refleja el ritmo y la forma en la que fue creciendo la ciudad.
Es así que en la zona del Alto se emplazan el monumento al General San Martín, el de la Plaza de las Banderas, el de Sarmiento, René Favaloro, General Julio A. Roca, Ministro González, República de Israel, el del Rotary Club, el de los Árabes, República de Italia, Policía Provincial, monolito al Primer Pozo Petrolero, Club de Leones, monumento al Periodista, al monolito fundacional, al fotógrafo Cabezas, al primer canillita, a Eva Perón y a fuente Cibeles.
En el Bajo encontramos el monumento a los Héroes en Malvinas, al centenario de la ciudad, a Manuel Belgrano, al General O´Higgins, a los inmigrantes, el monolito al trabajo, a los residentes uruguayos, a la primera canillita, a la República de Polonia y a la virgen María.
En tanto que en la zona este se encuentra el monolito al Puente Carretero. Y, como no podía dejar de ser, el monumento a la Madre está ubicado justo en el centro de la ciudad.