Así como a principios del siglo pasado los chacareros debían abrirse camino entre médanos de arena y jarillas, los habitantes del oeste capitalino supieron ganarle metro a metro tierras a las bardas y los descampados para hacer de ese sector de la ciudad no sólo el más habitado sino también el que crece con mayor impulso.

Hace poco menos de veinte años el oeste comenzaba a veinte cuadras del microcentro y se extendía por algunas cuadras hacia el norte y el sur. Hoy la zona representa una porción geográfica más que importante y sus vecinos la han desarrollado de tal forma que han marcado el nuevo dibujo de la ciudad.

La mayor parte de los trece barrios que forman este sector tuvo sus orígenes en usurpaciones, una salida a la necesidad no respondida de sus habitantes que hoy sigue marcando el desarrollo de estos barrios y de las pocas tierras que aún quedan en el ejido de la ciudad.

El barrio El Progreso fue el primero en desarrollarse en esta zona de la ciudad en 1964 y 45 años después tiene hoy 15.000 habitantes. Una década más tarde surgió el barrio Cumelén o "lugar donde se está bien" a partir del loteo de la chacra 114 en 1974. Ese mismo año de la mano de una toma surge Villa Ceferino, un sector regularizado en los 90 y que aglutina en sus calles a 25.000 neuquinos.

Los primeros vecinos de Canal V se asentaron hace más de medio siglo en ese extremo de la ciudad, que si bien estuvo en sus comienzos fuertemente vinculado a la actividad rural, hoy es uno de los sectores más pujantes de la ciudad y en pleno desarrollo. En 1976, en plena dictadura militar, un grupo de vecinos del interior neuquino tomaron tierras para vivir y dieron inicio a lo que es hoy el barrio Islas Malvinas, un espacio de la ciudad en donde si bien viven 25.000 habitantes aún no terminó de normalizarse el servicio eléctrico.

Nueve años más tarde una serie de usurpaciones entre ellas las tomas 1 de Mayo y 25 de Mayo, marcaron el inicio de lo que hoy es el barrio Unión de Mayo, un sector que si bien es pequeño en su superficie cuenta con 13.000 habitantes.

Los ochenta marcaron el auge de los planes de vivienda que comenzaron con el imponente plan en altura de 855 viviendas que en 1986 dio origen al barrio Gregorio Álvarez. El sector, que primero fue denominado barrio Fonavi, se encuentra a 23 años de su surgimiento en pleno proceso de construcción de su sociedad vecinal.

Un año más tarde se construyen el plan de 2.500 viviendas en San Lorenzo Norte y el de 1099 viviendas en Melipal, forjando el inicio de ambos populosos barrios. En el caso de San Lorenzo su división en norte y sur se dio en 1992 con la conformación de las vecinales, ya que por ejemplo sólo San Lorenzo Norte cuenta con 20.000 habitantes gracias en buena parte a que las tiras de duplex hicieron que por manzana vivan 80 familias.

Melipal es sin embargo el barrio más grande del oeste capitalino, tanto por su superficie, como por contar con algo más de 27.000 habitantes.

Gran Neuquén Norte comienza a tener sus primeros habitantes en 1988 de la mano de un plan de 250 viviendas, aunque con el pasar de los años fue sumando sectores como Toma Norte, originados en usurpaciones de tierras fiscales, que llevaron a que el barrio tengan de momento 20.000 habitantes.

Gran Neuquén Sur y Huiliches comenzaron a desarrollarse en 1991 en el primer caso de la mano de un plan de 250 viviendas, y en el segundo gracias al impulso de los vecinos que fueron asentándose en una zona que pocos años antes estaba caracterizada por la presencia de puestos de venta de ladrillos.