Desde el sillón del segundo piso del edificio municipal la ciudad se ve pujante y prometedora pero el intendente Martín Farizano asegura que "yo vivo en una calle de tierra, y se que aún falta mucho por hacer".
Fiel a su convicción de insertar a los capitalinos en un nuevo proceso democrático participativo, el jefe comunal asegura que el desafío en sí no pasa por asfaltar una calle más o una calle menos "sino por hacer una ciudad más integrada".
"Estamos ante un proceso de desintegración de la ciudad, porque es como si hubiera dos ciudades, por un lado el centro y los barrios más cercanos, y por el otro los barrios de la periferia, con una realidad totalmente distinta", indica el jefe comunal. Y explica que "la consolidación de las calles troncales a través del asfalto es una de las herramientas que estamos usando para integrar los barrios" y señala que "es por eso que esta nueva red vial no sólo une a los barrios con el centro, sino también entre sí, de norte a sur".
En ese afán de integrar la ciudad Farizano destacó las obras que "escapan" al rol municipal, en referencia a que en realidad deberían haber sido realizadas por organismos provinciales. "Hemos hecho una fuerte inversión en servicios domiciliarios como agua, cloacas, electricidad y gas, además de desagües pluviales y uno de los barrios que más se va a ver beneficiado es Valentina Sur", indicó Farizano y agregó que "en realidad estas acciones deberían ser políticas de Estado definidas para que se mantengan más allá del gobierno que esté de turno".
La integración ineludiblemente llega también a los nuevos sectores que se anexan a la ciudad, y que no son otros que los surgidos en asentamientos.
"Estamos colocando los servicios en las tomas que el año pasado regularizamos, ya hay amplios sectores a los que se les ha colocado el alumbrado público y seguimos trabajando en la regularización de las tomas que quedan", advirtió.
Inversión
El jefe comunal recordó que durante este año, signado por la crisis económica nacional e internacional, la comuna invirtió en obras públicas 124 millones de pesos, una cifra incluso superior a la registrada en los años anteriores.
Si bien buena parte de esos fondos provinieron de las arcas del gobierno nacional, Farizano dio cuenta de las millonarias obras realizadas en iluminación, parquización y construcción de plazas, viviendas, asfalto, drenaje, cloacas y otros servicios.
"Lo que busco es construir una ciudad más inclusiva, menos conflictiva y con más seguridad para todos", reflexiona el jefe comunal mientras asegura que junto al desafío de integrar la ciudad se encuentra el de armonizar la capital provincial con el resto de las comunas de la región.
"La zona ha vivido mirándose el ombligo y es hora de que comencemos a trabajar en conjunto para resolver los problemas que en realidad nos son comunes a los municipios, y en este proceso la ciudad de Neuquén es la responsable mayor por su influencia", asegura Farizano. Mientras advierte que es necesario que los municipios dejen de competir entre sí y sumen sus esfuerzos para un desarrollo global, Farizano indica que "los comercios no pueden seguir compitiendo como hacen ahora, sino que tienen que estar más coordinados".
Y en ese sentido advirtió que "de nada nos sirve que la ciudad de Neuquén tenga resuelto su problema de la disposición final de los residuos sólidos si el resto de los municipios los tiran a la barda contaminando el subsuelo que es uno solo".
Por ello aseguró que "como ciudad capital y de mayor tamaño tenemos la responsabilidad de acompañar a los demás municipios, de no ser egoístas y compartir y ayudar porque a fin de cuentas los vecinos hace años que viven integrados en forma regional".