Cuando tenía 9, la pequeña Tety heredó a "Relincho", un precioso alazán que ya habían usado sus tres hermanos mayores. Cuentan en el club de campo de Neuquén que nadie hizo lucir tanto al caballo de la familia Sahores y que una vez arriba la niña no supo lo que era el miedo. Cuando terminaba de andar a caballo, como su papá Luis María y sus hermanos jugaban tenis. En una familia de deportistas -su papá aún hoy no le afloja al tenis- la niña siempre brilló con luz propia.

El 18 de mayo de este año Mercedes Noel Sahores Rosauer, a quien todos le dicen "Tety", se metió en la historia como la primera argentina que llega a la cima de la montaña más alta del planeta, el Everest, el techo del mundo.

"¿Que cómo es?, ¡Es suicida!, no le tiene miedo a nada. Los que sufrimos somos nosotros. Un día, llega y te dice, me voy a al Everest y a uno le tiembla todo", afirmó el empresario supermercadista Luis María Sahores, sentado al escritorio de las oficinas del primer supermercado de la cadena Topsy, que fundó hace 30 años.

Luis María (60) tiene la imagen de su hija como fondo de pantalla y sobre el escritorio muchas fotos de antes de que Mercedes tocara el cielo.

"Papá no puedo creer tanta repercusión, te juro que no lo puedo creer", le dijo Tety a Luis María cuando todo el país hablaba de ella.

"Está bueno que mucha gente haga ejercicios, si lo que yo hice sirve para que la gente se ponga las pilas y se cuide más, buenísimo", le dijo Mercedes a este diario ya en Neuquén hace un par de meses. Ese día, la muchacha recorrió la avenida Argentina hacia la plaza de las Banderas, escenario emblemático y centro de concentración de cientos de neuquinos que optan por la gimnasia, las caminatas o el trekking por el Parque Norte.

La historia de aventuras comenzó hace tiempo, en San Martín de los Andes, con una prima.

"Mirá, la verdad que no me sorprende nada, cuando me dijo que se iba al Everest, para mi es como si ya hubiera llegado. La flaca tiene la capacidad, la fuerza y la cabeza para hacerlo, cuando uno hace algo que le gusta y tiene el espíritu tiene que lograrlo", dijo Mercedes Rosauer una prima con la cual comparte mucho más que la mitad de la sangre. Entre 2000 y 2001, Mercedes Rosauer completó la travesía de Polo a Polo. Pero hace 20 años, cuando Tety tenía 16, ellas dos y un par de amigas realizaron solas "la primera bicicleteada" por el camino de los Siete Lagos. Estuvieron cuatro días y tres noches fuera, en plena cordillera, pedaleando sin entrenamiento sus bicicletas de cuatro cambios. Hay tal vez allí un quiebre definitivo en la vida de las primas. Llevan el mismo nombre, las dos son biólogas, aman los deportes extremos y se han cansado no de andar sino de ganar competencias. Las dos son instructoras de esquí. Tety vive en Bariloche y su prima en San Martín de los Andes donde hizo un pausa para dedicarse a Felipe, su primer hijo, de dos años.

"Este año le imploramos que venga en las vacaciones y se vino. Estuvo toda la temporada trabajando en las chacras, que son de mi esposa (Martha) en San Patricio de El Chañar. Digamos que fue la encargada de la cosecha y de hecho se puso a cosechar", afirma Luis María, fundador de una cadena que cuenta con 32 supermercados neuquinos y exitoso sobreviviente a la invasión de cadenas internacionales.

"Esto también es un deporte extremo", suele bromear el hombre que en mayo se transformó en una suerte de vocero de prensa de la pequeña Tety, la aventurera de la familia.

Cuenta Luis María que si bien su hija nunca fue amiga de tener mascotas siempre tuvo debilidad por los animales y amor por la montaña. Enseguida muestra una foto donde su hija posa junto al viejo y querido "Relincho", muerto de viejo, no sin honores y otra en la que -ya más grande- y cachete con cachete abraza a un chivito en la zona del lago Pellegrini donde la familia esquía pero en el agua. Es así que se mueven los Sahores, trabajo familiar, naturaleza y deporte.

Mercedes se recibió de bióloga en Buenos Aires e hizo una pasantía en el centro de Aves de Mc Gill Montreal, Canadá en 2001. Ya de vuelta en Buenos Aires trabajó en el zoológico donde tardó nada en sumarse al proyecto de preservación Cóndor Andino que, básicamente, consistió en la gestación de la aves sin padres, su cría y su posterior liberación. Así se acercó a Bariloche pues la liberación se hizo en la zona de Valle Encantado, cercana a la ciudad cordillerana, donde pasó horas, días y meses viviendo en una carpa estudiando a los cóndores. Apasionada por el esquí, el andinismo, y la naturaleza se quedó en Bariloche pero sólo fue su base pues año a año se especializó en distintas disciplinas: pedestrismo, kayak, atletismo, esquí de montaña y enseguida las carreras de aventura en Nueva Zelanda, Australia, Chile, Uruguay, Estados Unidos, Uruguay, en San Martín de los Andes y donde sea.

"Las carreras de aventura son infernales, creo que es mucho más duro que escalar el Everest, son días y días que corren y corren sin parar. No sé cómo es que aguantan. Por eso, aunque me agarró un poquito de cuiqui sabía que lo iba a poder hacer", admite papá Luis María.

Tety es quien más se destaca pero su hermana María Marta, que vive en Estados Unidos y quien llaman Minina (35), es una experta esquiadora que no pasa invierno sin Bariloche. Lo mismo que Alfonso (36 ) y como también lo era el mayor de todos Minino, quien falleció hace 20 cuando tenía 20.

Luis María y Martha siguió paso a paso las aventuras de su hija, por teléfono, mail o por el blog www.patagonianbrothers.com/blog donde hay un cálido resumen de cómo fue llegar al techo del mundo. Cuenta, por caso, como es eso de estar a 50 grados y pasar a -37 en menos de un día. Mercedes es un caso especial, empezó de grande en los deportes extremos y no para de crecer.

"Es capaz de hacer todo lo que se propone", dice su padre y mira la foto que completa las 19 pulgadas del monitor de su computadora.