Sin lugar a dudas los sectores más pujantes de la ciudad son los barrios privados que, desde sus orígenes hace cerca de 30 años con Rincón Club de Campo y luego Comahue Golf, suman hoy más de treinta espacios fuertemente consolidados y en plena expansión.
A pesar de que para la comuna los barrios cerrados o privados son considerados como parte de los formalmente reconocidos de la ciudad, estos espacios tienen características bien diferenciadas y son en buena parte un escape para la realidad de la mayoría de los barrios capitalinos.
De acuerdo a los registros municipales este tipo de barrios ya suma más de treinta, algunos de los cuales se encuentran recién en la etapa de comercialización.
La mayoría se emplaza en zonas caracterizadas por la frescura de las antiguas chacras de manzanos y perales y en varios casos cuentan con el atractivo de los viejos canales internos de riego e incluso arroyos y lagunas.
Se estima que de momento un poco menos de dos mil lotes se encuentran en oferta en este tipo de emprendimientos que se caracterizan por contar con superficies más que extensas.
Ya sea asentados sobre la costa del río Neuquén, o sobre el río Limay, en pleno centro de la ciudad como Villa Luisa o en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Neuquén, los barrios cerrados abarcan cientos de hectáreas de la traza de la ciudad y aglutinan a miles de vecinos, sumando mes a mes, nuevas viviendas y desarrollos.