Neuquén no sólo es una ciudad joven y pujante. También es una ciudad conflictiva en la que es usual que, en los días de semana y por los más variados motivos, distintos grupos de vecinos improvisen cortes de calles y piquetes a lo largo y ancho de la ciudad. Los espacios más usuales para las protestas sociales son el Monumento a San Martín, Casa de Gobierno provincial y los puentes paralelos que unen a esta ciudad con Cipolletti.

Al caos habitual del microcentro, las marchas y cortes de calles suelen darle un condimento especial que con el correr de los años ha sido asimilado por la mayoría de los automovilistas que pacientemente aguardan el paso de los manifestantes.

En los puentes carreteros los cortes, que en algunos casos llegan a extenderse por media semana, obligan a entre otros a los miles de cipoleños que trabajan en la ciudad a transitar sus más de quinientos metros a pie.

La extendida protesta del gremio docente ATEN, ocurrida a principios de año y que tuvo su punto máximo con el asesinato de Fuentealba, fue una de las más dilatadas de los últimos años e incluyó no solo el corte de ambos puentes carreteros sino también un acampe sobre ellos en el que participaron estudiantes universitarios, obreros ceramistas y activistas de distintos partidos políticos. No obstante, los cortes y piquetes en la ciudad también se dan por reclamos barriales particulares como la colocación de servicios básicos o la regularización de algunas tomas. En estos casos el escenario de los piquetes se traslada a los más variados puntos de la ciudad haciendo de la circulación vehicular un caos.