La trayectoria de los barrios cerrados o countries en la ciudad posee una historia reciente y sus primeras muestras se remontan a fines de la década de 1990 cuando surgieron los dos primeros barrios de este tipo fuertemente vinculados con el golf.

El primer barrio cerrado de la ciudad es en realidad un club de campo. Se trata de Rincón Club de Campo, un extenso barrio ubicado a pocas cuadras del microcentro y sobre la costa del río Neuquén.

La segunda expresión de este fenómeno se dio en punto opuesto de la ciudad a principios del 2000 y corresponde al Comahue Golf Club, un barrio aún en expansión. En ambos casos estos barrios privados mostraron una fuerte vinculación con el golf, que hacía que los patios o parques de cada casa pareciera extenderse interminablemente, mezclándose con el verde de los greens.

Sin embargo, este fenómeno parece haber emprendido una mutación en los últimos años hacia una tendencia de autoescisión del resto de la ciudad, como antípoda de las murallas que hacia fines de los sesenta se construyeron en Buenos

Aires ocultando a la vista las por entonces indeseables villas.

Hoy en día no debe extrañar a nadie ver populosos barrios privados en los que las extensas casas y piletas cubren gran parte de los lotes y hacen que la mayor parte del verde que se pueda apreciar provenga de los cercos que delimitan dónde puede un peatón casual caminar y dónde debe ser autorizado para poder pasar.

Este cambio en el perfil de los barrios privados se vio favorecido además por las ordenanzas vigentes, aunque de momento se estudia desde la comuna elevar las exigencias para que vuelvan a tener el perfil que originalmente ostentaron.