El rock fue bautizado "música de la aldea global" en medio de la euforia posmoderna, cuando la única pasión que parecía permanecer era, precisamente, la generada en torno de guitarras y bajo eléctricos, baterías y una cultura que expresaba la protesta, la marginalidad y la denuncia contra el "establishment".
Algunos años después, y con una historia con etapas diversas fundación, disolución y nueva constitución de las bandas, con otros nombres e integrantes diversos-, el rock en Neuquén, que canalizó durante mucho tiempo la expresión juvenil, una franja mayoritaria de la sociedad, ahora oscila entre la cultura subterránea y el espectáculo masivo.
Son varias las "tribus" que comparten un mismo escenario, ahora jaqueado por el efecto Cromañón que tuvo sus coletazos en la ciudad: falta de espacios comunes para tocar; reglamentaciones excesivas y rígidas para los boliches del centro; diferencia de trato por parte de empresarios y funcionarios a las bandas locales y a las foráneas son algunos de los obstáculos que señalaron, coincidentemente, los integrantes de Ruido Explícito y Cabeza de Cobra.
Enrolados en estilos distintos, uno en el punk-rock y el otro en el hard-rock, "las dos tribus más fuertes" en la ciudad, comparten sin embargo el escaso acceso a los medios de comunicación social y la ausencia del género en la cultura oficial.
En el haber, contabilizan la pasión por la música, "la alegría de ser músicos de rock" y los mecanismos con que logran restablecer los circuitos de comunicación con su público mediante la utilización de los recursos disponibles, entre los cuales internet no es el menor.
Ruido Explícito, una banda punk integrada por Mariano y Leonardo González guitarra y voz y bajo respectivamente-, Gerardo Armada guitarra- y Lisandro Parada batería-, editó el año pasado un disco con 12 temas.
La tirada fue de 750 ejemplares y la producción se hizo de manera independiente en el estudio La Torre Records. La distribución está a cargo del sello "Mala difusión" y se realizó en las principales ciudades del país Buenos Aires, La Plata, Santa Fe, Mendoza y Córdoba- y en el exterior.
Armada y Mariano González cuestionaron la falta de posibilidad de mostrar el trabajo de las bandas locales por la falta de espacios adecuados y las rígidas exigencias vigentes, que no tienen en cuenta las diferencias con los grupos nacionales, aunque el control es el mismo para todas las salas, sean las del casino, los bares del centro o las que funcionan como teatros.
Mencionaron algunas radios CALF-UNC, Rock&Pop, La Marca y Record- y el sitio Comahuerock en internet como vehículos de difusión pero cuestionaron a los organismos de cultura provincial y municipal que "intentan juntar las bandas como a ellos les conviene, si valora los productos locales".
Recordaron su participación en los programas de verano, aunque "no se extienden más de la temporada".
En cambio, en ciudades rionegrinas General Roca, por caso- la situación es "más abierta, existe otra cultura musical y hay más espacios para una movida rockera", consideró González.
Cabeza de Cobra, banda de hard rock constituida hace dos años, está integrada por Javier Stimpy Vergara voz y letras-; César Salgado y Nicolás Urrieta guitarras-; Sebastián Ruete bajo- y Mauro Saldaño batería-. El equipo se completa con Gabriel Palmero manager- y Mauricio Olmedo.
Vergara señaló la "carencia de escenarios" en Neuquén y que los hechos del boliche Cromañón funcionaron como "pretexto para quitarle al rock el escaso apoyo que tenía" por parte de funcionarios, empresarios y propietarios de locales.
Cabeza de Cobra "va del interior a la capital, y de aquí salta a otros escenarios en otras provincias", dijo Palmero.
En todos es firme el objetivo de llegar a Buenos Aires, luego de haber sido teloneros de las principales bandas en todos los escenarios que les tocó actuar Patagonia Rock, ExpoPlottier, y otras-.
Actualmente, luego de firmar contrato con Warner Chappel para editar su primer compacto, que aparecerá aproximadamente en noviembre, preparan sus presentaciones en un amplio circuito que abarca Catriel, Cinco Saltos, el Alto Valle y que se desarrollará entre el 21 y el 23 de este mes.
BIEN EXPLICITOS
Los integrantes de Ruido Explícito cuestionan la falta de trabajo para las bandas locales por la escasez de lugares adecuados y rígidas exigencias.
Sin embargo, sus discos se conocen a través de circuitos alternativos con internet como gran recurso.
RUIDO...: "CROMAÑON FUE UNA EXCUSA"
El 30 de diciembre de 2004 fue una divisoria de aguas en la historia del espectáculo en el país. Pero según los integrantes de Ruido Explícito existe un ingrediente más: consideraron que la tragedia del boliche Cromañón, en el barrio porteño del Once, fue "la excusa justa" para excluir el rock de los espacios públicos neuquinos.
Mariano González dijo que es necesario que haya "espacios para todos" aunque aseguró que el rock se plantea como "una cultura diferente cuyo mensaje de rebeldía molesta a funcionarios y dirigentes políticos". Por eso, la tendencia "viene por el lado de la censura".
Las letras de Ruido..., compuestas por González, comparten las características propias del género: escenas de la vida cotidiana, vocativos, exhortaciones e interpelaciones directas a su público que expresan la protesta y el disgusto social desde una posición cercana al anarquismo.
Un ejemplo: "Siempre haz escuchar tu voz/ pelea por un mundo que sea/ un poco mejor/ sentado no lo tendrás/ muy simple es el mundo hoy/ pocos tienen todo/ y muchos piden perdón/ no lo permitamos no pueden pararnos/ salvo que todos peleemos/ por no entregar/ valores, orgullos y un poco de dignidad/ siempre mirarse a uno mismo/ y así encontrar/ algo así por qué pelear" (de la canción "Tu voz").
CRITICAS DESDE EL TRABAJO
Para los integrantes de Cabeza de Cobra, en Neuquén "no se considera que la música sea cultura" y no se entiende "que es como un río al que hay que ponerle algo propio".
CABEZA...: "UN PROBLEMA DE IDENTIDAD"
Cabeza de Cobra tiene una concepción integral del fenómeno rockero: sus integrantes se preocupan por la calidad en sus composiciones, en las letras como en lo musical, y se ocupan de aspectos generalmente descuidados en las bandas con pocos años de existencia: la puesta en escena, la imagen, la negociación empresarial y las etapas que deben cumplir. En ellos subyace la claridad con que planifican su carrera y se refieren al panorama cultural en Neuquén.
"La gente no considera que la música sea cultura" y existe "un problema de identidad; parece que en Neuquén se vive al ritmo del consumismo. No hay estilos definidos ni nombres que permanezcan", dijo Javier Vergara, salvo casos excepcionales "como La Moto". No se entiende "que la música es como un río y hay que ponerle algo propio", aun a costa de diferenciación y aislamiento. En esa línea, la letra "Trascendencia y vulgaridad", de Vergara: "No quiero escuchar la radio/ no quiero esta canción en la radio/ si estoy bien así/ no me disfrazo/ no me mezclo en el lugar/ se lo dejo al que busca estar bien acá/ y haya...// Vení que te cuento como soy/ así no mal flashiás conmigo// Oh, si soy tan normal// Si yo no intento en la historia quedar/ odio la trascendencia y la vulgaridad// Me quedan los olores, las esencias/ me quedan las melodías/ me pegan bien las melodías/ si soy tan normal".