En los últimos años la oferta cultural neuquina ha trascendido los límites de la ciudad, convirtiendo a la capital de la provincia en un nuevo destino turístico. Año a año, Neuquén va dejando de ser una localidad de paso para los visitantes que se dirigen hacia la cordillera para consolidarse como un nuevo atractivo cultural con brillo propio.

Este proceso se confirmó en las recientes vacaciones de invierno, cuando una buena parte de los turistas, incluso los que iban a Bariloche o San Martín de los Andes, optó por permanecer varios días en la ciudad.

La definición de la capital neuquina como una ciudad turística está basada fundamentalmente en las múltiples ofertas recreativas existentes. Por ese motivo, tanto los comerciantes como las autoridades municipales confían en convertir a la localidad en un nuevo centro para el denominado "turismo cultural".

Esta tendencia se profundizó con la actual gestión municipal mediante la revalorización de los espacios públicos. La inauguración del Paseo del Parque Central, prevista para el próximo año, sigue esa

línea de pensamiento. Lo mismo sucede con las imponentes estructuras urbanas planificadas por el gobierno municipal en distintos puntos de la capital neuquina; como la Plaza de las Banderas, la Escultura del Centenario o el Monumento a los Caídos en la Guerra Malvinas.

Al mismo tiempo se ha ido modificando gradualmente el paisaje urbano de la ciudad, coinciden en señalar los urbanistas.

Algunos de los puntos sobresalientes de esta transformación fueron el traslado de la estación terminal de ómnibus, y la reconversión de ese predio en un nuevo parque; la construcción del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA); y el desarrollo del Paseo de la Costa.

Todas esas obras fueron pensadas con una temática en común, que apunta a convertirse en un sello característico de Neuquén: la confluencia de los ríos y la valorización del agua como una fuente de vida. El objetivo es unificar a la ciudad bajo un mismo criterio estético.

Por ejemplo, el futuro Paseo del Parque Central estará surcado por una senda bordeada por una acequia,

que unirá simbólicamente al MNBA y la sala Emilio Saraco, dos de los centros artísticos locales.

A pocos metros de allí, en la rotonda de ubicada en la intersección de la avenida Olascoaga y las vías del ferrocarril, se emplazará una estructura en conmemoración de los primeros 100 años de la ciudad. Este monumento, que quedará terminado el próximo año, es una creación del artista plástico Eduardo Plá.

Pero sólo el MNBA representa ya un punto de atracción para el turismo cultural.

Prueba de esto son los libros de visita del museo, donde abundan comentarios de visitantes de todo el mundo.

"El generador turístico que surgió a partir del museo es realmente invalorable", confirmó el secretario municipal de Cultura y Turismo, Oscar Smoljan.

Smoljan señaló además que está previsto ampliar la oferta recreativa del museo. En ese sentido, la reciente incorporación de una librería, ubicada junto a la sala de exposiciones, ya demostró ser un éxito.

Además, en octubre se inaugurará una confitería, para lo cual la comuna ya firmó un convenio con los propietarios del Hotel del Comahue, que ganaron la licitación.

GRANDES SHOWS

Pedro Aznar fue uno de los grandes artistas nacionales que actualizó la oferta cultural neuquina.

Atraen las ofertas recreativas, la revalorización de espacios públicos y los cambios en el paisaje urbano.

COMO EN BOTICA

Todas las ramas del arte encuentran en la ciudad un lugar para la expresión.

LOS LUGARES

Públicas o privadas, las salas atraen público de todas las ciudades cercanas.