La oferta cultural de la ciudad se completa con dos propuestas que, implementadas desde el municipio capitalino, hacen de Neuquén un importante reservorio cultural. Una de ellas es el programa de verano "Neuquén Cultural", que desliza por las calles del centro, recitales de música, clases de tango, obras de teatro callejero, malabares y circo, entre otras actividades.
Este programa se instaló en 1999 y cada año fue sumando artistas nuevos y su plazo de vigencia se extendió de quince días a tres meses. "Con esta política de estado logramos que la cultura se apodere del espacio público, esa es una característica distintiva que no se ve otras ciudades. Además, permite la integración social y se puede pensar que un proyecto colectivo es posible. Por el Neuquén Cultural pasaron dos mil artistas regionales", comentó Oscar Smoljan.
Los talleres barriales también se sumaron en los últimos tiempos en el marco de la política implementada por la secretaria de Cultura de la municipalidad. "Logramos mantener sesenta talleres barriales gratuitos que ofician como contenedores sociales muy importantes y que permite que personas de los barrios alejados del centro sin acceso a la cultura puedan mantener un contacto con ella y aprender algún arte", agregó el funcionario.
La cultura sale a la calle cada verano y el centro de la ciudad se convierte en una fiesta permanente. Por este programa miles de artistas callejeros pudieron darse a conocer y acceder a proyectos masivos. Pasan cosas en la ciudad y eso vale la pena.