El Centro Cultural Manuel Belgrano nació a mediados del 2007 como un espacio de participación para compartir ideas lo que implica "no sólo discutir sino también hacer, contribuir a la transformación de lo que nos parece injusto", cuentan algunos de sus integrantes.
A fines del 2007 obtuvieron la personería municipal. El grupo está conformado por trabajadores y profesionales de distintas ramas.
Sus creadores explican por qué bautizaron Manuel Belgrano: "Nos pareció que era un personaje de la historia, uno de los revolucionarios de la independencia, que valía la pena tener presente y al que la historia oficial no siempre le dio el espacio que se merecía, el del hombre capaz de asumir las responsabilidades que su tiempo le demanda para la transformación del contexto. Y creemos que la mejor forma de lograr esto es construir espacios de organización social que nos permitan afianzar los lazos solidarios".
En ese sentido, el Centro trabaja en varias líneas de acción: desde ofrecer el espacio para el dictado de cursos o charlas, hasta organizar y traer una obra de "Teatro por la Memoria"; junto a la organización de grupos voluntarios para realizar trabajos solidarios, impulsar emprendimientos productivos con la idea de trabajo cooperativo y la edición de un periódico que se publica varios meses al año.
En un terreno prestado por una vecina, en el barrio Las Margaritas, el grupo construyó una modesta sede, pensada como un espacio abierto "que sirva tanto para el funcionamiento de un proyecto productivo, como para la realización de charlas, cursos, capacitaciones o reuniones de vecinos para discutir temas del barrio".
Hoy funcionan allí un taller de guitarra (gratuito), uno de tallado en madera, y está por comenzar un taller de tejido en telar mapuche.
A la vez, desde la institución comentan que en estos momentos están organizando un taller de vitrofusión que se agregará a las actividades del Manuel Belgrano.
En cuanto a la visión del trabajo solidario, según afirman ellos tiene como objetivo "realzar un aprendizaje, un cambio de actitud respecto del otro, rompiendo con el individualismo, dándole una mano a quien más lo necesite pero a la vez comprometiéndolo en igual sentido cuando la necesidad sea de otro, evitando cualquier tipo de asistencialismo vacío de contenido".
El periódico "El Orejano", se publica desde marzo del 2008. Es mensual pero a veces por problemas presupuestarios no sale. Este proyecto es financiado con lo que los integrantes del centro cultural recaudan de venta de empanadas o locro que realizan algunos fines de semana y el stand en la Fiesta de los Jardines, así como también gracias a la ayuda de vecinos.
"La idea de crear El Orejano tomó impulso porque sentimos la necesidad de contar con un medio en el cual reflejar lo que pensamos y recopilar voces que hablan de la villa, que plantean dudas, problemas y reflexiones", dicen.
En conjunto con otras instituciones de la comunidad participan de un espacio multisectorial a través del cual realizan algunas actividades en fechas especiales, como fue la creación de un mural en el gimnasio Barbagelata el 24 de marzo del año pasado.