Sus compañeros destacan el temperamento, la entrega y el contagio que Juan Pablo Laurín pone de manifiesto cuando se pone la camiseta para representar a la Escuela Municipal de Voley de Jacobacci. "Es un símbolo y un ejemplo a seguir", dice el entrenador Hugo Arroyo.
Comenzó a jugar al voley a los 13 años y rápidamente mostró su temple. El mismo que lo llevó a ganar numerosos campeonatos en distintas categorías y a llegar a la selección de voley de Río Negro, de la que formó parte durante cuatro años.
Se muestra tímido a la hora de definirse, pero coincide en la entrega. "Es algo que siempre nos inculcó Hugo. Sin actitud es muy difícil triunfar. Es una cualidad que tiene el voley jacobaccino, que le ha dando tan buen resultado".
Con la selección provincial, de la que fue capitán, Juan Pablo compitió en diferentes torneos patagónicos y nacionales. Por diferencias con el cuerpo técnico, renunció el año pasado. Hoy su meta está puesta en el próximo torneo provincial Sub 18 que se jugará en noviembre y para el cual debe estar bien preparado. Quizás sea uno de los últimos para él. En diciembre egresa del CEM 6 y en el 2011 la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca, lo espera para comenzar a cursar ingeniería.