Desde hace tres años se viven tiempos de vacas flacas. O mejor dicho, de ovejas flacas y además escasas. Es que la intensa sequía que viene afectando a la zona desde el 2006 ha sumergido a la principal actividad productiva en una de las peores crisis de la historia.

Llevará un largo tiempo poder salir. Jacobacci es el pueblo que concentra a la mayor cantidad de productores ovinos y caprinos de la zona.

Por eso, esta situación que afecta al campo golpea fuerte a la economía local. "La situación es muy crítica. Más de lo que parece. Muchos de nosotros hemos perdido una gran parte de nuestras majadas por la sequía y la ceniza volcánica. Encima las lluvias y nevadas de este invierno han sido escasas y no alcanzan para garantizar buen forraje y agua para lo que resta del año. Si no vuelve a llover o nevar, el panorama va a ser muy oscuro", señalan preocupados los productores.

Para colmo de males, desde hace dos zafras los valores de la lana han bajado considerablemente y no se vislumbra a corto plazo que el mercado pueda mejorar rápidamente.

Son golpes muy fuertes que no logran contrarrestarse con los esfuerzos que los productores vienen haciendo desde hace un largo tiempo para mejorar sus majadas en base a la incorporación de calidad genética, recuperar los mallines en base al manejo de las escasa agua o de la implementación de innovadores sistemas de crianza.

De acuerdo a un estudio realizado por el Prolana, en las últimas dos zafras, el Departamento 25 de Mayo perdió cerca de 44.500 ovejas y más de 183.000 kilos de lana.

Si bien por estos días el Estado está entregando un subsidio debido a la emergencia, los ganaderos tenían cifradas esperanzas en la ley que declara a la provincia en desastre agropecuario, pero que el Ejecutivo Nacional vetó.

"La exenciones de los impuestos nos hubieran permitido poder salir del ahogo financiero en el que cada vez estamos más metidos", detallan.

Para intentar revertir el panorama de la lana, algunos productores están apostando al engorde a corral para aprovechar la carne ovina y tener animales disponibles para faena en épocas de mayor demanda.

Varias experiencias han arrojado resultados muy positivos abriendo una puerta que deja entrever una luz de esperanza de cara al futuro.