La recuperación de los puestos de trabajo en la industria petrolera marcan un panorama distinto en la economía local, ya que el sector es el principal impulsor. Las expectativas son buenas para lo que resta del año y el 2011 ante la posibilidad de exploración que anunciaron algunas compañías.
El motor de la zona, la actividad hidrocarburífera, logró equilibrarse y afrontar así el peor momento: el año pasado la paralización de los equipos de exploración dejaron cientos de trabajadores en sus domicilios, con el sueldo básico.
El panorama mejoró. "Pensábamos que iba a tardar más en reaccionar", dice Daniel Andersch, del Sindicato de Petróleo y Gas Privado. "Siempre a fin de año la actividad se relaja un poco, pero es natural. Hay muchísima proyección para el 2011 y el 2012", indicó el dirigente.
La comarca petrolera y los yacimientos de los alrededores cuenta con alrededor de 3.000 puestos de trabajo y cerca de 1.000 más en Catriel, Rincón de los Sauces y el Corcovo.
En la medida que la situación mejoró, se pudieron incorporar los puestos laborales que estaban bajo el procedimiento preventivo de crisis.
El movimiento que se advierte en la actividad provoca optimismo en el gremio. "Hace poco se hizo una campaña de sísmica y es muy importante porque esa actividad se había parado en su totalidad y hace tres años que no se hacía. Eso es una buena señal", detalló Andersch. Ejemplificó que se produjo en el área de Medanito hace unos veinte días. "Las perspectivas son buenas y ahora estamos un poco más tranquilos porque se va reincorporando la gente. El tema se complica cuando no hay horizonte", detalló. Recordó que en el preventivo de crisis se encontraban 170 empleados y hoy son 9.
Al campo
Para graficar la importancia de lo que implica la puesta en marcha de un equipo de perforación, mencionó: "Lleva un plantel de 60 personas. A eso se le suma la realización de los servicios especiales, entran los camiones de dos empresas locales, el transporte de personal. Después, una vez que se concluye en el pozo, viene el terminador y finalmente el desmontaje de aparato de bombeo, gas o línea".
El movimiento en la actividad se notó al "instalarse por lo menos dos grupos aquí y en Fernández Oro, con dos equipos permanentes", tal como detalló. La mayor expectativa sería que hubiera siete equipos de perforación en marcha.
Como cierre, Andersch dijo que "de cualquier manera la actividad es un sube y baja. No es que se terminarán mañana o en cinco o seis años el petróleo y el gas, pero el tema es que cada vez será más difícil el costo operativo para extraerlo".