Algunas son amas de llaves, otras simplemente empleadas, pero las mujeres de la cooperativa Acqua Viva son más que eso. Muchas trabajan en más de una casa de familia y ya se sienten parte de cada uno de los hogares. Cuidan las mascotas, se hacen cargo de los jardines y hasta han oficiado de obreras dirigiendo algunas construcciones, mientras los dueños estaban fuera de casa.

La cooperativa está integrada por 17 socios fundadores. Son 15 mujeres y dos hombres, uno de ellos hace mantenimiento y el otro maneja una moto que se encarga de repartir la ropa que lavan y planchan las mujeres a modo de delivery.

El grupo se inició cuando comenzaron a dictarse cursos y capacitaciones sobre cuidado de ropa, técnicas de lavado, cocina y uso de electrodomésticos. Hace más de un año que la cooperativa funciona como tal. Si bien no tienen su propia sede, están realizando las gestiones y en poco tiempo Acqua Viva va a tener sus instalaciones en una casa de la calle Paris.

MÁQUINAS

Consiguieron, por medio de un financiamiento de Nación y de la municipalidad, máquinas industriales para realizar su trabajo. Entre ellas cuentan con lavarropas, secadoras y planchadoras.

"Estamos orgullosas de nuestro trabajo, muchas veces suplantamos a una mamá y nos ocupamos de los hogares como si fuera nuestra propia familia", cuenta Magali Carrasco, presidente de la cooperativa.

Acqua Viva aspira a crecer y las mujeres no se conforman con trabajar en solo un hogar. "Realizamos tareas en hoteles y tenemos un consorcio de mantenimiento de escaleras", dice una mujer.

"Queremos entrar en el mercado, posicionaron y cruzar límites. Creemos que somos la única cooperativa de la región que trabaja de esta manera", agregó otra integrante.

También planean incorporar un área de cuidado de mascotas e incluir un servicio de catering. Marta, de la cooperativa, contó que a veces las mujeres se tienen que hacer cargo de todo, no sólo del servicio de limpieza. "Nos quedamos cuidando una casa y mientras los dueños están de vacaciones, nosotras nos ocupamos de las mascotas, del jardín, y hasta a veces tenemos que salir a comprar materiales y coordinar con el obrero, el plomero o el gasista si en la casa están haciendo refacciones".

Otra mujer cuenta que en ocasiones hasta ha tenido que hacer giros de dinero, mientras los dueños de la casa vacacionan.

"En cuanto a la confianza, una se la va ganando con el tiempo, y llega un momento en que ya se hace indispensable para la familia. Yo he tenido llaves hasta de nueve casas y anduve corriendo desde una dirección a otra para ocuparme de que todo este en orden", comenta otra de las integrantes.

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La calidad del servicio se transmite a través del boca a boca. "Si una realiza un mal trabajo la gente se entera y ya no te toman en ningún lado. En cambio, si es una persona de confianza, la gente se va a pelear por contratarte", agrega Magalí.

Acqua Viva lleva su nombre en honor al agua, como elemento vital de la vida y de la limpieza. "También es un poco en honor a mi nona, que nació en un lugar de Italia que lleva el mismo nombre que la cooperativa", cuenta su presidente.

Entre los servicios que ofrecen las 15 mujeres se incluyen la limpieza de oficinas, lavado y planchado de prendas, limpieza de hogares, lavadero de ropa, limpieza final de obras, de vidrios y cristales, limpieza en eventos y delivery de planchado.