Hace casi 20 años, siendo maestro de la Escuela 45 de Cuatro Esquinas, al cumplirse el septuagésimo aniversario de la escuela, en un contexto de inicios de ajustes y cercenamiento del espacio público en educación, nos dedicamos a reconstruir la historia de la escuela entrevistando a antiguos alumnos, pobladores. Entre las historias que nos contaron, aparecían los recuerdos y las copas del Club social y deportivo 4 Esquinas. Una señora que me contó que había cursado varias veces tercer grado. "¿Repitió tantas veces?", fue mi pregunta. "No, no repetí nunca, era una excelente alumna", me dijo la abuela con orgullo. "En la escuela sólo había hasta tercer grado. Para seguir cuarto había que ir al pueblo. Y no teníamos cómo. Por eso pedimos permiso y seguí cursando tercer grado en la escuela".
Las demandas de la sociedad fueron el origen de gran cantidad de establecimientos educativos. Muchas décadas pasaron. El Plan quinquenal y la provincialización de Río Negro impulsaron el crecimiento de las escuelas. En los 40 y 50 todavía la mayoría del alumnado de la provincia era rural. Los gobiernos dictatoriales realizaron un proceso de transferencias y autoritarismos. La maestra Mónica Almirón trabajaba en la Escuela 45 cuando fue secuestrada, detenida y desaparecida en los 70. En la década del 80 Río Negro desarrolló un proyecto de democratización educativa con interesantes construcciones de transformación pedagógica y curricular, rápidamente cancelados por los ajustes y privatizaciones de los 90. Las luchas de la Ctera, la Unter y la Coordinadora de Padres permitieron defender el derecho a la educación pública. Los primeros años del siglo XXI profundizaron el desamparo, el hambre y la vulnerabilidad de nuestra infancia y adolescencia. Esos años ya me encontraron como director de la Escuela 294 ´Maestros Argentinos´ del Barrio Anai Mapu (Tierra Fértil). Dedicábamos tanto tiempo a la satisfacción de las situaciones más elementales de alimentación y cariño como a los procesos de enseñanza.
Con la satisfacción de que como resultado de esas luchas, incluida la Carpa Blanca, conquistamos una Ley de Financiamiento Educativo que llevó la inversión en educación al 6% de un PBI que también creció y sigue creciendo. Y luego conquistamos la Ley de Educación Nacional, que amplía derechos y consagra como universal el derecho a la educación inicial, hace de jornada extendida o completa la primaria y obligatoria para todas y todos, la secundaria. Nuevos derechos para más chicas y chicos y la construcción de 1000 escuelas nuevas. Nos quedó la herencia de la democratización rápidamente cortada, y la destrucción neoliberal a la que no queremos regresar. Y los daños los tenemos en las escuelas y los estudiantes.
¿Quién rescata a estos pibes de la vulnerabilidad, quién les cura las heridas? ¿O la idea es rescatar a la sociedad de los pibes? ¿Quién rescata a las escuelas de los mandatos discriminadores y las culturas autoritarias? ¿Quién le otorga condiciones a los maestros para que puedan enseñar en escuelas más ´tranqui´, participativas y democráticas? ¿Quién rescata a quién? ¿Cómo puede ser el gran rescate simultáneo de pibes y escuelas en una sociedad de tibia primavera después de un largo invierno neoliberal?
hacerse cargo
Comenzar a reconocer a niños y niñas y adolescentes como ciudadanos y ciudadanas en un proyecto de sociedad justa y democrática, significa en primer lugar hacerse cargo de los daños, abandonos y situaciones que les hicimos vivir. De los pibes que son, no de los alumnos que algunos desearían tener. Los de carne y hueso, piercing, gorra, tatuaje, los que escuchan su música, los que alegran la humanidad, los que buscan su identidad intentando hacer algo cuando pueden, con lo que hicimos de ellos. La violencia social es imposible que no se exprese en la escuela. Pero sí podemos crear espacios para que los pibes se expresen y aprendan formas más humanas, democráticas y justas de relacionarse. Implica respetar y defender los derechos como sujetos partícipes en sus relaciones humanas y sociales dentro de la familia, el grupo de amigos, la escuela, el barrio, el club social, la organización local, o la esquina si es el último lugar al que se los ha confinado.
La nueva Ley Nacional de Educación establece la obligatoriedad de la escuela secundaria. Pretender el derecho de todas y todos los adolescentes y jóvenes a ingresar, permanecer, reingresar y egresar con conocimientos y formación, no implica menos, sino más problemas a resolver, por suerte. El primero es cómo hacer para que todos tengan un lugar en la escuela, y que la escuela sobreviva al intento. Y esto incluye que aprender sea algo más atractivo, activo y creativo que repetir lo que dijo el que dio la clase y pondrá la nota. Que las formas de construir los conocimientos sean más democráticas y colectivas. Como su participación en la escuela, en centros de estudiantes, en el gobierno escolar. La mejor manera de enseñar la democracia en la escuela es practicando el protagonismo en sus ámbitos de decisión. Suena demasiado para la escuela. Es verdad. Tanto como para un adolescente hacerse cargo de su vida. Solos no podemos.
CUESTIÓN DE FONDOS
En el 2009 la provincia recibió con destino específico $ 128,5 millones de la Ley de Financiamiento Educativo Nº 26.075 (LFE) y disponía de un remanente de $ 21 millones por el mismo concepto de ejercicios anteriores. De los $ 150 millones disponibles por ambos conceptos, el gasto del 2009 fue de $ 85,5 millones, es decir el 57%, quedando de remanente para el 2010 un importe de $ 64,5 millones. Esto lo reconoció el ministro Barbeito al "Río Negro" hace más de un mes. En el 2010, además del remanente, la provincia recibió hasta agosto $ 131 millones, con lo cual el disponible sería de $ 195,5 millones; hasta agosto se habían gastado $ 72 millones, esto es, el 47%, con lo cual el remanente acumulado superaría los $ 123 millones. Los ministros de Hacienda repiten que no hay plata aún contra estas evidencias.
La inversión educativa por alumno estatal promedio (2002-2006) fue en Río Negro en $ corrientes de 1.912 $ cuando en Neuquén fue de 2.949 $. Río Negro tuvo la peor evolución en salario bruto en el primer semestre (8,2%). El salario bruto del cargo testigo: maestro de grado 10 años de antigüedad (2.193 $) sólo supera por poco el de Misiones, Corrientes y Formosa. El salario de bolsillo con 10 años de antigüedad se ubica en el puesto 21 cerca de Misiones, Formosa, y Corrientes. Coherentemente es el más bajo costo laboral por bajos aportes patronales en salario bruto con Salta, Corrientes, Misiones y Formosa. Y vale repetirlo, el peor salario básico de todas las provincias del país.
Nadie se puede engañar. No se puede mejorar la educación para la sociedad rionegrina sobre la base de tener los docentes peores pagos del país. La educación rionegrina no se lo merece. Es injusto. Vamos a cambiarlo.