PlayAventura es un complejo turístico recreativo que queda a un kilómetro cruzando la balsa de la Isla Jordán desde Cipolletti. La particularidad del paisaje natural y su singular belleza permite descansar con absoluta tranquilidad o por el contrario, practicar las más emocionantes actividades de turismo aventura.
Entre ellas se puede realizar canoppy, palestra, escalada y rappel. Estas son actividades que se realizan con cuerdas, donde se montan sistemas de seguridad para que el visitante disfrute de la aventura sin preocupación alguna.
Para disfrutar del día junto al río, o para pasar una noche acampando en la naturaleza, el complejo recreativo dispone de una extensa área de acampe con fogones e iluminación.
También tiene alojamiento con todas las comodidades. Hay una cabaña equipada, dormis con camas y cuchetas y un salón de usos múltiples que funciona como albergue, ideal para grandes grupos y muy utilizado por las escuelas.
Además, el complejo cuenta con un salón comedor donde se puede disfrutar de asados criollos, y pollos al disco o en el horno de barro.
Para pasar la tarde nada mejor que un paseo en caballos, para grandes y chicos. Acompañados de un baqueano local, se puede recorrer el complejo y la agreste zona que lo rodea.
Para quienes no se animan al caballo, también pueden movilizarse en cuatriciclos y disfrutar de una expedición de aventura por la estepa.
Para los días de calor nada mejor que las piletas. Hay una para toda la familia y otra para los más chiquitos. Y para la diversión de todos, un tobogán acuático que termina en una pileta exclusiva.
En el lugar se organizan jornadas recreativas, y la actividad comienza con el arribo a la Isla Jordán, cruzando en balsa.
Desde un punto panorámico se observa la confluencia de los ríos Limay y Neuquén, la naciente del río Negro y las ciudades de Neuquén y Cipolletti.
Además, allí comienza el trekking que tiene varias paradas para analizar la biodiversidad, (flora y fauna), y el aspecto geomorfológico del Alto Valle.
Otra actividad es el avistaje de aves, y su desarrollo contempla un trekking guiado, desde la balsa hasta el complejo, reconociendo la flora y fauna autóctona de la Margen Sur. El avistaje de aves incluye también un reconocimiento del tipo de terreno, flora y fauna, valle y meseta, entre otros atractivos.
Se pueden observar también todas las especies con prismáticos y tomar fotografías de todo el paisaje.
La Balsa, todo un clásico
En 1984 el municipio instaló una balsa para cruzar el río Negro hacía la Margen Sur y al año siguiente se planteó la necesidad de construir un puente. La balsa fue suspendida tras un accidente y se volvió a instalar en 1993. El área queda a 5 kilómetros de Cipolletti y funciona de 8 a 13 y de 14 a 20, con un costo por cruce diferenciado por vehículos, ciclistas o peatones.
Los trabajadores hacen turnos de siete horas y cuentan que la balsa está todo el día en actividad.
Juan Carlos trabaja desde el 95 y junto a Juan Manuel, que está hace dos años, cruzan el río una y otra vez. "No tenemos tiempo de aburrirnos, los chicos de la escuela están desde las 7:30 y ahí iniciamos los primeros viajes. Después pasan los camiones que llevan madera, los jeeps cuando se hacen eventos deportivos en la isla y los fines de semana hacemos hasta 60 viajes. El domingo pasado cruzaron 160 autos", dice Juan Carlos mientras conversa con todos los pasajeros que se suben a la balsa. "Ya es una clásico de la ciudad", agrega un trabajador haciendo referencia al medio de transporte.