"Recuerdo que la antorcha partió de la plaza San Martín, recorriendo las calles de nuestra ciudad, transportada por personas con discapacidad que iban acompañadas por voluntarios de los colegios secundarios. Realizamos postas cada cinco cuadras hasta llegar el estadio municipal al encendido del pebetero, donde se encontraban las banderas de las instituciones dándole un marco imponente a una fiesta hermosa donde colaboraron muchas personas".
El relato pertenece a Víctor Aubert y se refiere a la actividad que marcó el inicio de la Escuela Municipal Deportiva Integrada (Emdic), hace ocho años. Si bien no se llamó así hasta el 2003, desde ese entonces brinda un servicio fundamental a los niños y jóvenes con discapacidad y a sus familias.
Las I Olimpíadas para Personas con Discapacidad Mental de la NOEA se realizaron en Cipolletti, en noviembre de 2001, y significaron también una muestra de que la integración no sólo es posible sino también necesaria para crear una sociedad más justa y equitativa.
El evento fue, además, el puntapié que permitió el crecimiento de la escuela que durante estos años amplió el cupo de integrantes, se afianzó en la comunidad y participó en innumerables torneos con destacadas actuaciones de sus alumnos.
Entre otros, figuran Eduardo Moyano que participa de la selección argentina de básquet o la atleta Karol Guajardo que logró durante 2009 alzarse con varias medallas en lanzamiento de bala y 100 metros.
Actualmente a la Emdic concurren unos 180 chicos que entrenan con 6 profesores. Tiene actividades de lunes a sábado e incluso un servicio de estimulación temprana para niños de 0 a 5 años. Entre los deportes que se practican figuran fútbol, básquet, atletismo y natación.
A su vez, y a través de un convenio con el Consejo Provincial de Educación, estudiantes secundarios con discapacidad cursan la asignatura Educación Física en la Emdic. "La idea es evitar que pidan la exención de la materia y se queden sin hacer nada en el aspecto físico", explicó Aubert.
A pesar del trabajo y del crecimiento de la escuela, que funciona bajo la órbita de la Dirección de Deportes municipal, los 180 chicos que concurren "son pocos teniendo en cuenta el porcentaje de personas con discapacidad que hay en el Valle", según Víctor.
Sin embargo reconoció que "a medida que va transcurriendo el tiempo, el trabajo se conoce y se valora cada vez más".