A pesar de que en pocos días más cumplirá 25 años, hay en esta ciudad un espacio que todavía no alcanzó todo su potencial.
Es que cada nueva edición atrae mejores propuestas y también se amplía la oferta de filmes para un público que en Cipolletti no encuentra otro lugar donde despuntar una actividad tan agradable como ver películas.
El "Concurso Nacional de Cine y Video Independiente", organizado por el grupo Cine Cipolletti, festejará este año con una propuesta renovada: habrá un nuevo premio que quedará a cargo del público y además de la tradicional sección competitiva de cortos se incluirá en la programación la exhibición de largometrajes nacionales, charlas y seminarios.
Actualmente a cargo de un reducido colectivo multidisciplinario formado con el objetivo de recuperar un evento "que había caído en un pozo del que no podía salir", la primera edición del concurso se realizó en 1983.
Fue una propuesta del GruSu8, un grupo de realizadores independientes aficionados que se había conformado tres años antes, después de compartir un taller sobre el manejo de la cámara filmadora en formato Súper 8.
Según los registros, figuran como fundadores, Lorenzo Kelly, Alberto Vilanova, Dragutín Klein y Carlos Gazzola.
En esa primera edición se presentaron más de 100 películas que fueron analizadas por el jurado conformado por Simón Feldman, Mario Grasso, Rubén Bianchi, Federico Nieves y Juan Raúl Rithner.
Los años que siguieron tuvieron altos y bajos e influyeron -entre varias cuestiones- los cambios tecnológicos para el registro de las imágenes.
"En 1989 se decidió incorporar el VHS, aunque compitiendo en forma paralela al fílmico.
Pero el abaratamiento de costos ya estaba marcando el rumbo, se presentaron 500 minutos en video contra 120 de Súper 8", escribió en una síntesis Ignacio Dobrée, uno de los actuales organizadores.
Y dio otro ejemplo. "Algo similar sucedió con el paso del formato analógico al digital.
"Poco a poco los cassettes de VHS fueron disminuyendo, hasta que desapareció, aunque esta vez sin necesidad de modificar las bases del concurso".
Algunos años fueron difíciles y el evento estuvo a punto de naufragar por "la disgregación del grupo original y la temprana muerte de Alberto Vilanova, uno de los principales impulsores de la idea".
Estos problemas "dejaron demasiado solo a Lorenzo Kelly, quien después de sostenerlo por sí mismo durante algunas ediciones decidió entregar la posta".
Esa valiosa posta la tomó el grupo que hace seis años decidió evitar la desaparición del concurso.
Está conformado por Juan Martín Vilanova, Paco Caparrós, Raúl Szkraba, Pablo Gautier y Dobrée.
Desde el año pasado, el festival sumó días y actividades complementarias a la proyección de los cortos.
Para participar de la sección competitiva, no pueden superar los 30 minutos de duración en las categorías argumental, documental y animación.
Convocante
En la región es uno de los concursos que mayor cantidad de producciones independientes atrae, ya que, desde el 2006, forma parte del circuito de festivales federales que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) auspicia en el país.
Este tradicional concurso con un cuarto de siglo de historia permite, además, la difusión de filmes que de otra manera quedarían fuera del juicio del público, que es en definitiva hacia quienes se orienta.
Como dijo Dobrée, "hacer y exhibir cine en la periferia implica, desde el vamos, una serie de restricciones que hay que asumir y que tienden a ser desdibujadas por el idealismo naturista que convirtió a la Patagonia en un lugar para exportación y por ciertos discursos que hacen de las redes globales de comunicación la garantía de la universalidad en el acceso a los bienes culturales".
También mencionó al cortometraje como "un género que por sus posibilidades de distribución y exhibición está condenado a circuitos reducidos".
Con este panorama, demás está decir que el concurso genera innumerables expectativas entre quienes participan.
Actualmente llegan cortos desde todo el país y el jurado es cada vez más especializado tanto como las películas, que por fuera del concurso, se exhiben y que -en general- no ingresan en el circuito comercial tradicional.