Uno de los aspectos que marca el progreso de las ciudades es quizá el asfalto. No sólo porque evita problemas relacionados con el mantenimiento de las calles, sino también porque permite un mejor y más fluido contacto.
Las lluvias, pocas en la Patagonia, ponen a los automovilistas casi al borde de la desesperación por el mal estado en que quedan las calles de ripio, muchas aún en la ciudad. A las pocas horas comienzan las quejas porque el municipio no envía la máquina para alisar los pozos. Desde la comuna responden que es imposible atender todos los reclamos al mismo tiempo y piden paciencia.
Las autoridades municipales reconocen que Cipolletti mantiene, en este sentido, una deuda que en los últimos tres años intentan saldar con un criterio simple: asfaltar las calles troncales, aquellas que mejoran la circulación entre el norte y el sur y el este y el oeste. Y si bien no se resuelve el problema de mantenimiento en el resto, permite tener vías de comunicación más seguras entre los barrios y el centro.
El mismo intendente Alberto Weretilneck fue quien explicó que la política comunal es "avanzar con las calles troncales para mejorar la transitabilidad dentro de la ciudad y permitir mejores acceso, agilizando el paso de los vehículos".
Sin embargo, Cipolletti fue la primera ciudad en el Valle en tener asfalto. Hace 52 años, comenzó a pavimentar sus primeras calles. Fueron 104 cuadras que le cambiaron la cara al casco céntrico, delimitado por Alem, Brentana, Fernández Oro y Mengelle.
Los trabajos se iniciaron en la intersección de Yrigoyen y Mengelle. Cuando se instaló hace dos años la placa que lo recuerda, Enrique Gadano (miembro de la comisión municipal del 57) aseguró que la obra significó un "hito para cambiar de pueblo a ciudad".
Aquella comisión estuvo presidida por Anacleto Badillo. Lo acompañaron Osvaldo Bessone, Héctor Lizaso, Oscar Ballester, Francisco Viñuela, Ernesto Marti Reta, además de Gadano. Importante participación en la organización tuvo Antonio Turrín, un vecino recordado hoy con el nombre de una calle cipoleña.
La decisión de encarar la tarea se debió principalmente a los efectos de la lluvia, ya que los defectos de desnivel no permitían que las aguas pluviales drenen y permanecían hasta 20 días en la superficie. Por entonces, la planta urbana contaba con muchos terrenos baldíos y su población no superaba los 10.000 habitantes.
Hoy, ese número se elevó a casi 95.000 y encontrar un baldío en el centro es casi una quimera. En cuanto al asfalto, alrededor del 50% de la ciudad cuenta con sus calles pavimentadas.
Las últimas obras que finalizaron este año incluyeron el tramo de Yrigoyen entre Kennedy y Circunvalación, deteriorado por el intenso tránsito: sirve de acceso a los barrios Los Tilos, Jorge Newbery, Flamingo y Los Tordos, además de a las facultades de Ciencias de la Educación y Medicina. También es utilizado por muchos automovilistas como salida hacia el este.
También se asfaltó el tramo de Naciones Unidas, entre Venezuela y Esquiú y sobre Arenales entre Pastor Bowdler y Naciones Unidas. En esta zona se completó el tramo desde la avenida que comunica al este, los sectores norte y sur de la ciudad y el que se ubica frente al polideportivo municipal, el hospital y el secundario 109. En su intento por disminuir la cantidad de calles de tierra, la comuna inició este año otra etapa, esta vez con el objetivo de mejorar la circulación este-oeste. Los trabajos, financiados por Nación, incluyen las calles Capitán Gómez, Bolivia, Perú y Venezuela, entre Naciones Unidas y Circunvalación.
En total se pavimentarán 20 cuadras que permitirán descomprimir calles como González Larosa, Yrigoyen o la avenida Alem, muy utilizadas por los habitantes del este para conectarse con el centro al estar pavimentadas.
En 2008 se concluyó con el programa municipal lanzado en 2007 de 54 cuadras de asfalto. Además del acceso a la terminal de ómnibus, incluyó Vélez Sársfield, entre Uruguay y Kennedy y el paso a nivel que comunica la ruta 65 con ésta última.
También se incluyó Teniente Ibáñez, entre Álvarez Thomas y Naciones Unidas; Arenales, entre Don Bosco y Naciones Unidas; Kennedy, desde la ruta Chica hasta Alem; Primeros Pobladores, desde París hasta Esquiú y Ceferino Namuncurá, entre Castelli y Circunvalación. El programa se completó con Álvarez Thomas, entre París y Alem.