Pocos organismos como el Orsep tuvieron un origen tan cipoleño porque fue creado, hace 10 años, a imagen y semejanza de un ente regional preexistente que llevaba las mismas siglas y que recreaba el espíritu de Hidronor. Lamentablemente, con el paso del tiempo sus autoridades y las del municipio permitieron que este ente regulador dejara de tener su sede central en el norte de la Patagonia, donde está la mayor concentración de presas bajo su fiscalización.
El Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep) era hasta 1999 el Organismo Regional de Seguridad de Presas. Había sido creado cuando las presas bajo la órbita de Hidronor se separaron en unidades de negocios para su privatización.
Pero en 1999 el gobierno nacional decidió extender el modelo al resto de las obras hídricas de envergadura con jurisdicción federal. Y nombró como presidente del nuevo organismo a Carlos Yema, un ingeniero de Agua y Energía que venía de conducir el ente anterior, el regional.
Aunque el decreto de creación no lo establece, se instaló la sede central del Orsep en el segundo piso del edificio de la calle Yrigoyen, donde funcionaba, precisamente, Hidronor.
En el primer piso quedó, bajo la órbita del nuevo ente regulador, el centro de documentación de la empresa estatal que levantó las nueve presas que existen sobre los ríos Limay y Neuquén.
Pero con la asunción de Néstor Kirchner, Yema fue removido y sin que existiera el concurso que la ley establece asumió Oscar Bravo, cuya primera decisión fue llevarse de Cipolletti la sede del organismo.
El intendente Albero Weretilneck puso el grito en el cielo pero, con el pasar de los meses, la mudanza -de jurisdicción más que de muebles- se fue haciendo en silencio. El jefe comunal tiene su despacho dos pisos más arriba.
Ahora el Orsep funciona en dos pisos de la calle Sucre, en el coqueto barrio de Belgrano, muy lejos de una presa bajo su fiscalización.