| La construcción no se detiene, los comercios no paran de levantar persianas, surgen nuevas vías de comunicación, la Salud Pública cuenta con un espacio más amplio y luminoso, los micros urbanos aparecen como una opción verdadera en el transporte y los espacios verdes suman hectáreas de recreación y de aire puro. Cipolletti cumple hoy sus 103 años con mucho a favor, con un gran empuje. Tiene un municipio con recursos suficientes como para seguir invirtiendo en obra pública y cada vez se muestra más como una alternativa para los mismos cipoleños. Se presenta como un lugar no sólo para radicarse, sino también para comprar y disfrutar de diversos esparcimientos. Es realmente una opción en el Valle. Pero también está la otra cara, la que se debe mejorar. El sistema de cloacas está al límite, el pavimento en la zona céntrica se deteriora cada vez más, las tomas de tierras siguen siendo un gran problema sin solución, hay más de 3.000 familias que esperan su casa propia, la lucha por la seguridad y la justicia continúa, la contaminación sólo surge como una "inquietud" cuando llega a la justicia por medio de amparos ecológicos y, pese a los anuncios, aún no se impulsó ningún proyecto para mejorar el deteriorado estado de las veredas de la ciudad. Mirar un poco hacia adentro algunos de los aspectos "buenos" y "los que hay que mejorar" de este Cipolletti centenario es positivo. Ayuda a crecer. -Pavimento: Luego de años de espera, se asfaltaron 33 calles troncales que estaban en lista, y se reconstruyó por completo la arteria que comunica al centro de la ciudad con zonas productivas y el barrio Ferri. Fueron más de 50 cuadras en este caso. Y para el año próximo el plan continúa para tratar de revertir el gran porcentaje de calles de tierra que aún tiene la ciudad. Pero el asfalto viejo, sobre todo en la zona céntrica, se deteriora cada vez más. Hay calles que ya no resisten más bacheos y que exigen una repavimentación cuanto antes. -La construcción: No se detiene. Viviendas residenciales, comercios y hasta edificios de varios pisos se están levantando en este momento. Los loteos coquetos son los que más apilan ladrillos e impulsan las estadísticas de la construcción. Pero hay 3.200 familias menos pudientes, que esperan. Si bien se amplió el ejido y se busca un crecimiento ordenado, aún no hay plazos concretos para que quienes tienen menos recursos económicos puedan empezar a tener su casa propia. Mientras, las tomas se mantienen. -Nuevas vías de comunicación: Dos puentes se están construyendo en este momento. Uno que permitirá que la ciudad tenga un nexo más directo con la margen sur en Isla Jordán (hasta ahora la única opción es la balsa) y otro que significará un nuevo lazo con Neuquén: el tercer puente. Son obras millonarias que siguen conectando a la ciudad. El de Isla Jordán obliga a que cuanto antes se defina una planificación y organización del futuro de las cientos de hectáreas que forman parte de la margen sur cipoleña. -Salud Pública: Un año después de su inauguración política, el nuevo hospital se puso en marcha por completo. Instalaciones más cómodas, amplias y luminosas, mejoran la atención de los pacientes y la calidad laboral de los profesionales. Pero aún hay promesas incumplidas. Falta personal, equipamiento, presupuesto y ampliaciones edilicias. -Transporte: Los micros urbanos volvieron a ser una opción para los cipoleños. Se licitó el servicio y ahora hay más unidades y recorridos que llegan a la mayoría de los barrios alejados. De todos modos, aún se oyen quejas. Sobre todo, de aquellos pasa jeros que quieren llegar con mayor rapidez desde algunos barrios alejados hacia el nuevo edificio del hospital. -Alcaidía: si se cumplen los plazos previstos, en octubre del año que viene Cipolletti tendrá su cárcel para 230 internos. La construcción ya está en marcha en la zona norte de la ciudad. Será un eslabón más en la cadena de consolidación de la Justicia Penal de la Cuarta Circunscripción Judicial. Esta obra evitará que las comisarías de la ciudad sigan siendo lugar de detención de procesados, como lo son hoy ante la falta de espacio en la cárcel de Roca. Y significará un ahorro, teniendo en cuenta de que actualmente los traslados de los internos (para declarar o realizar algún trámite en la Cuarta Circunscripción), generan grandes gastos. -Espacios verdes: Ya hay 350.000 metros cuadrados verdes y siguen los proyectos para contar con más plazas. Pero falta la concientización de los mismos vecinos para que estos lugares luzcan realmente espléndidos. Muchos no cuidan, ensucian o dañan, perjudicando a niños u otros cipoleños que sólo buscan disfrutar. -La contaminación: Ya van tres fallos de la Justicia que obligan a las empresas a evitar la contaminación de los desagües de la ciudad. Los amparos ecológicos presentados por los vecinos fueron favorables. Sin embargo, recién cuando se "obliga" a no contaminar, no se contamina. Faltan campañas preventivas y educativas, y no hay entidades que impulsen la preservación del medio ambiente. Esta es sólo una de las tantas miradas que puede haber de la ciudad en sus 103 años de vida. Una mirada que muestra que se está haciendo mucho pero que aún falta mucho por hacer. No sólo es el gobierno (municipal, provincial o nacional) el encargado de impulsar los cambios. En algunos casos, mucho dependerá del empuje de su gente. | 
