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Martes 03 de Octubre de 2006
 
 
 
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  Organizar campañas y aplicar las leyes
 
 

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Cipolletti no tiene un organismo que se ocupe ni se "preocupe" fuertemente por el medio ambiente. Las únicas acciones concretas que se han logrado para revertir casos de contaminación se consiguieron por medio de amparos ecológicos impulsados por vecinos. Prevención, no hay. Controles exhaustivos, tampoco.

Mientras tanto, las situaciones contaminantes se propagan. En la ciudad se quema de todo. Quema el ama de casa que busca eliminar las hojas de su jardín, queman en el basural para "destruir" los desechos domiciliarios a cielo abierto y en esta época se suman los productores con sus controles contra las heladas que más de una mañana en su defensa de la producción dejan a todos los cipoleños con las narices negras.

Es una veta. Se puede hablar del agua y el panorama no cambiará demasiado. Los desagües, si no fuera por las movilizaciones de grupos de vecinos de Labraña, Puente 83 Sur, Tres Luces, Puente 83 Norte y Puente de Madera, aún varias empresas seguirían arrojando efluentes sin tratamiento o con tratamiento incompleto al Canal de los Milicos o al PII. Fueron los amparos ecológicos los que obligaron a cambiar. La Justicia la que exigió.

No una entidad particular.

El río Negro en Cipolletti muestra otra faceta de la contaminación. En el relevamiento anual que realiza la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas para determinar la aptitud de los balnearios de la región, en el verano pasado sólo hubo uno que quedó inhabilitado: el de la margen norte de la Isla Jordán. Allí, aún por las eternas demoras en poner en marcha la planta de tratamiento, llegan todos los desechos cloacales crudos de la ciudad. Y obvio, el río lo padece y lo reclama ante cada análisis del agua.

Se puede hablar de los vestigios de plaguicidas que permanecen en el ambiente en la temporada frutícola, de las pilas que no tienen un lugar para ser depositadas y que terminan mezcladas con la basura domiciliaria y de otros tantos ejemplos que muestran que en Cipolletti el medio ambiente no se ha tomado aún como un tema para abordar en forma integral, rápida.

¿Qué hacer ante este panorama?

Graciela Demasi de Gastaminza, ecóloga social que vive en la ciudad, considera que es necesario impulsar campañas. No apunta a un organismo en especial como movilizador de las mismas. Dice que podrían intervenir las fuerzas vivas y el mismo gobierno municipal. Es decir, realizar un trabajo conjunto.

Y para ello, se debe partir desde la educación porque la base debe estar "en el hogar", afirma. Pone como ejemplo, que "de nada vale que se gasten fortunas en limpiar los canales porque al otro día van a estar de vuelta sucios". Esto, no en relación con la contaminación por efluentes químicos sino por la basura que también arrojan los mismos pobladores.

"Las leyes están. Tenemos la Constitución Nacional, la Provincial, seguramente en la Carta Orgánica también hay algo sobre el medio ambiente. No hay que llegar al hecho de denunciar porque nos enfermamos", enfatiza.

Y si se pone en marcha una campaña lo importante, dice, es "mantenerla en el tiempo". Ya hubo antecedentes de "movidas" por las pilas, por las latas o el papel. Y allí quedaron. Fueron sólo un tiempo. Y hace tiempo. Ahora todo sigue igual.

Gastaminza afirma que en las escuelas están interesadas en el tema y que también hay algunas instituciones que buscan hacer algo. Pero no hay coordinación ni difusión. El aprendizaje no llega. "Por ahí se están haciendo cosas pero la gente no lo sabe".

"Habría que pensar un poco en nuestros niños, en el futuro de la ciudad. Porque está muy linda, muy verde, pero hay problemas que también habría que atender. Habría que hacer un replanteo del problema ambiental. Y empezar a aplicar las leyes que están vigentes", insistió la ecóloga social, que es integrantes de la Coalición Ciudadana Anti-Incineración y miembro adherente de la Campaña Salud sin Daño.

Gastaminza opina que quizás se podría preparar a algún grupo de jóvenes que colaboren para educar y después, controlar. "Creo que habría que ejercer un control más severo sobre la contaminación", recalca.

La quemas de particulares para limpiar y de productores para prevenir heladas no tienen control.

ALTO RIESGO

Las situaciones contaminantes se propagan día a día a lo largo de toda la ciudad,

Desechos cloacales y vestigios de plaguicidas y pilas demuestran que la ciudad no ha tomado conciencia.

PREOCUPANTE

"Se debería ejercer un control más severo sobre la contaminación", enfatiza la ecóloga social Demasi.

VECINOS PREOCUPADOS POR MUCHOS HECHOS VANDALICOS

Los hechos vandálicos que destruyen los espacios verdes cipoleños son preocupación constante de un grupo de vecinos del barrio Arévalo que, desde hace algunos años, está reclamando mayor protección de esos sectores.

En este sentido, y luego de conocerse la noticia sobre la destrucción de algunos espacios de la plaza "Periodistas Cipoleños" inaugurada recientemente, enviaron una nota a la presidenta del Concejo Deliberante local, Mabel Rigoni, para solicitar que se adopten las medidas pertinentes para resguardar el patrimonio de todos los vecinos.

Consideraron necesario que las autoridades municipales y la policía trabajen mancomunadamente para evitar situaciones que atenten contra la conservación de las plazas en particular y los espacios verdes en general.

Por otro lado consideraron preocupante que los propios vecinos no cuiden los sectores verdes de su barrio ya que estos mejoran la calidad de vida de todos los cipoleños.

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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