Si Bariloche tuviera que optar por un deporte que le haya dado la mayor cantidad de satisfacciones, el remo estaría a la cabeza de los listados. El Club de Regatas, ubicado en un paradisíaco sector de la ciudad, se convirtió en un verdadero semillero. De allí surgieron deportistas que llegaron a competir en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales. Por graves inconvenientes, la historia tuvo un receso a mediados de la década del 90. Con enorme sacrificio y un incondicional amor a la institución, pudo salir a flote y hoy se da el gusto de rememorar las mejores épocas.
El Club de Regatas Bariloche cuenta con más de cuatro décadas de vida. A nivel deportivo, la explosión se produce en la década del 80, cuando bajo la dirección de Raúl Stuke surgieron nombres que se instalarían definitivamente en las páginas doradas del deporte de la ciudad.
En primer turno apareció Guillermo "Pancho" Pfaab. Poco después lo hizo María Julia Garisoain. Ambos brillaron en campeonatos argentinos y también lo hicieron en sudamericanos y panamericanos. Llegaron a campeonatos del mundo peleando cabeza a cabeza con profesionales de diferentes rincones del planeta y consiguieron podios insospechados. El sueño de todo deportista se cumplió para ellos. Se dieron el gusto de estar en el máximo acontecimiento del deporte mundial, los Juegos Olímpicos. Pfaab dio el primer paso en Barcelona 92, los dos dijeron presente en Atlanta 96 y Garisoain compitió en Sidney 2000. Una vez retirados de la actividad, ambos referentes dieron que hablar. María Julia fue premiada en 2003 como la mejor deportista de las Bodas de Plata de la Cena del Deporte y comenzó a incursionar en la dirigencia deportiva llegando a ocupar lugares importantes. "Pancho" es el actual entrenador de la selección argentina, desde inicios de 2009, con títulos ganados en un campeonato Sudamericano en El Tigre y con una medalla dorada obtenida recientemente en los Juegos Odesur en Medellín, Colombia.
A mediados de la década del 90, el Club de Regatas sufrió su época más dura. La actividad venía en decadencia pero el golpe más fuerte tuvo lugar en 1995, año recordado por una de las nevadas más grandes de la historia. El techo de la sede del kilómetro 20 se vino abajo. Parecía el final pero no lo fue. De a poco se fue saliendo a flote. Primero se logró la resurrección en lo institucional y luego se reactivó lo deportivo.
En 2003 Guillermo Pfaab vuelve a aparecer en la historia del club. Gracias a una iniciativa de un grupo de dirigentes encabezado por José Antonio Jalil, se consigue repatriar al remero olímpico que estaba radicado en Buenos Aires. Pfaab se puso al mando de los jóvenes remeros que comenzaron a surgir. Fue allí cuando salió a escena un tal Joaquín Iwan, hoy figura indiscutida del remo argentino. Iwan fue superando las etapas de manera muy similar a lo sucedido con el propio "Pancho". Ganó campeonatos argentinos y sudamericanos, además de medallas doradas en Juegos Panamericanos. Desde 2004 compitió 5 años consecutivos en campeonatos del mundo logrando su máximo galardón en 2008 cuando fue subcampeón mundial Sub 23 junto a Diego López. Radicado en Buenos Aires tras haber forjado buena parte de su carrera en territorio mendocino, su presencia en la selección argentina es permanente y espera cumplir con el gran anhelo de llegar a los Juegos Olímpicos. Fue premiado como deportista del año en 2004 y embajador deportivo en 2007. Además recibió el Olimpia de Plata en Remo en 2008.
La nómina de remeros destacados en la nueva etapa del club de Regatas sigue. Tras Joaquín aparecen los nombres de Carolina Schiffmacher, Agustín Radero, Nicolai Fernández y Juan Pizorno.
Quien atraviesa su mejor momento es Nicolai, que ganó el campeonato sudamericano del año pasado en forma inobjetable y viene de adquirir una medalla de oro en los recientes Juegos Odesur en la colombiana ciudad de Medellín. Fue premiado como el embajador deportivo del año pasado y aspira a continuar con importantes logros en los próximos tiempos. Muy cerca en cuanto a nivel se ubica Carolina Schiffmacher quien tuvo un año de remo en Bariloche y luego se trasladó a Buenos Aires. Su progreso fue notable. Fue convocada a la selección argentina y se dio el gusto de recibir el premio Revelación del remo Argentino en 2008.