Joaquín Iwan no es singlista y difícilmente lo sea. Lo suyo no es la soledad, es el esfuerzo repartido, es estar al lado de otros para anudar ilusiones en el colectivo común de los botes. El rionegrino integra uno de los botes de mayor promesa en el remo argentino y entrena a diario para progresar.
En estas horas la vida de “Joaco” es una vorágine. Se asemeja a una flecha con destino de un blanco aun incierto.
El camino está abierto hacia las más ansiadas metas del remo en la competencia internacional. Hasta agosto su agenda está completa. Se nutre de un sueño mayor, el olímpico, porque en su especialidad, 4 sin timonel, aun hay dos plazas disponibles para llegar a Beijing.
El joven remero barilochense se encuentra en Mendoza, luego de que la Asociación Argentina de Remo realizara las evaluaciones para confirmar la integración del bote de la categoría que luchará por un lugar en los Juegos Olímpicos.
Entre el 28 y el 30 de marzo la embarcación tripulada por Joaquín Iwan, Diego López, Maximiliano Martínez y Horacio Sicilia, la misma tripulación que obtuviera la medalla dorada en los Panamericanos de Río, marcó una superioridad incuestionable.
En la primera jornada establecieron, al cabo de los 2.000 metros, una luz de 18 segundos con sus adversarios directos -Alejandro Cuchietti, Sebastián Fernández, Alan San Martín y Martín Martini- en la porfía por dilucidar la tripulación argentina en 4 que tendrá la chance de llegar a la instancia preolímpica. Confirmando su performance, en la misma regata participó como bote referencial para cronometrar tiempos un cuádruple (Rodrigo Murillo, Sebastián Claus, Ariel Suárez y Cristian Rosso) de dos remos cortos por cada integrante, obviamente más veloz; por hándicap dicho bote partió diez segundos atrás y sólo pudo descontar 5 al cabo de los 2 kilómetros.
Al día siguiente y en un nuevo mano a mano con sus rivales del primer día volvieron a arrasar. Se repitieron los 18 segundos de diferencia de la jornada anterior.
La tirada del domingo 30 contra un senior doble de Mendoza casi fue una anécdota, pero útil para revalidar méritos, confirmar aptitudes dentro de la elite del remo nacional y asegurarse los lugares que merecen dentro de la delegación argentina que afrontará a partir de los primeros días de mayo exigentes compromisos del calendario internacional.
El 8 de mayo aguarda a Joaquín Iwan la primera fecha de la World Cup de remo a realizarse en Munich (Alemania). La segunda se disputará en Lucerna (Suiza) en los primeros días de junio y entre el 15 y el 17 del mismo mes, el barilochense tendrá en Poznan, Polonia, la cita tan esperada: la regata que definirá la dos plazas aun vacantes para asistir a los Juegos Olímpicos de China, previstos para agosto.
A los pocos días y en la misma pista de Poznan se llevará a cabo la tercera fecha de la Copa del Mundo. Los argentinos intervendrán en caso de lograr la clasificación olímpica.
Las dos primeras fechas de la Copa del Mundo tendrán un estímulo mayúsculo que servirá para medir las posibilidades de llegar a Beijing, pues competirán con las formaciones de los países más poderosos, entre ellos los catorce ya clasificados para participar en la cumbre del deporte mundial.
Pero hay más. Si la entrega y la tenacidad de Iwan no es suficiente, si el destino le da la espalda a su sueño de convertirse en representante olímpico argentino, a la vuelta de la esquina tendrá la oportunidad de seguir creciendo y de alimentar nuevas ilusiones.
Con sus 22 años llegará crecido en madurez, fogueado en el más alto nivel de competencia y con una aptitud física que no lo situará en desventaja como en experiencias anteriores, al Campeonato Mundial Sub-23 a realizarse a mediados de julio en Brandemburgo, Alemania.
De la tripulación del 4 (-) que partirá hacia Alemania en pocos días, sólo Horacio Sicilia tiene más de 23 años. De no lograrse la clasificación para Beijing, la Asociación Argentina de Remo definirá si Argentina concurre a la cita mundialista hasta 23 años con un 4 (-), supliendo la obligada ausencia de Sicilia con otro remero de la categoría, o con un 2 sin timonel a determinarse entre Iwan, López y Martínez.
COSTOS DE LA GIRA
En el camino del remo siempre aparecen las mismas piedras. Aquellas que en la antesala de los momentos importantes siembran desasosiego e inquietan a los deportistas.
Aunque se ha mejorado en algunos aspectos, el fantasma de la falta de recursos vuelve a agitarse en esta oportunidad porque la incursión de “Joaco” en la más alta competencia no está asegurada en todas sus fases. Hay incertidumbre porque no se han obtenido todos los fondos con la antelación necesaria.
El importante aporte de 10 mil euros realizado por el gobierno de Mendoza para sostener el periplo deportivo de Sicilia, López, Iwan y Martínez es insuficiente para costear los gastos de cada fecha de la Copa del Mundo y el Mundial Sub 23.
Otro monto idéntico se necesita para terminar de cubrir las reservas de alojamiento, alimentación (son deportistas obligados a consumir 5.000 calorías diarias), el alquiler de botes y traslados.
Las becas que Iwan recibe de la provincia de Río Negro y de la municipalidad de Bariloche han sido muy valiosas para proyectarlo a la elite del remo nacional, pero indudablemente otro empujoncito económico oficial reforzaría sus chances de prestigiar al deporte rionegrino, como lo supieron hacer Francisco Pfaab, María Julia Garisoain o los hermanos Correa de Viedma.
Cuando los fondos destinados al deporte escasean, condicionando especialmente a las disciplinas menos populares, el apoyo del sector privado es fundamental para que los menos favorecidos no sean víctimas de pecados que no cometieron.
El sueño de “Joaco” levanta vuelo. Vale la pena acompañarlo.