"Según el vecino don Juan Tarifa, a quien hemos recurrido para informarnos sobre estos episodios, por haberlos protagonizado siendo un niño de 14 años, el 25 de mayo de 1910 los colonos se congregaron en torno del Campamento del Ingeniero Pascual Quesnel para cantar el Himno Nacional y asociar de algún modo en medio de la desolación de los campos, a tan significativa fecha. El fervor del momento fue tan grande, que se izó la enseña patria y luego de entonarse las estrofas inmortales, pronunciaron palabras alusivas, el ingeniero Quesnel y don Patricio Piñeiro Sorondo. Se habló de la patria, se habló de la colonización y se proclamó la fundación del pueblo como un hecho trascendental y como mejor homenaje a la nacionalidad en tan fausto día. La concurrencia se trasladó luego al establecimiento Los Viñedos de los hermanos Sorondo para participar de una comida criolla. Fue una fundación de hecho, ya que recién en septiembre se conoció al Decreto aprobando el trazado practicado por aquel técnico".
En la crónica del "Río Negro" del 25 de mayo de 1960 también se hace mención a las Bodas de Plata. En la sesión del 23 de mayo de 1935, el Concejo Municipal de Allen, dispuso: "Efectuar las adquisiciones necesarias para el mayor brillo de los festejos conmemorativos del 25º aniversario de la fundación del pueblo y del aniversario patrio". Entre ellas, figuran: "Premios para sortijas y pollas, carne, pan y vino para los asados populares, masas y caramelos para obsequiar a los niños de las escuelas, iluminación del local municipal, orquesta, etc.", así como "mandar a sacar fotografías de todos los actos, aumentar el menú del banquete y abonar la diferencia que ello implique, y otros gastos eventuales que puedan ocasionarse".
Para los 25 años, el Concejo entregó medallas de plata conmemorativas de la fundación a los vecinos Ramón Aenlle, Rafael Amaya, Francisco Guarnieri, Gregorio Merquida, Francisco Maraury, Manuel Mir, Francisco Vicente Aranda, Delfín González, Juan Tarifa, Joaquín Pérez, Francisco Puccinelli, Manuel Rodríguez, Juan Rigo, Antonio Torruella y Emilio Forest. Otras medallas de plata Ramona Brossard de Suárez (primera maestra) Mercedes de Cirigliano (primera directora surgida de los maestros que ejercieron en Allen) y a las escuelas 23, 27, 68, 79 y 80.
Para el 25º aniversario, las actividades comenzaron a las 10 en la plaza San Martín donde, luego de la entonación del himno, hablaron el maestro Alfredo Miró Presas, el secretario municipal, Juan Tarifa y el presidente del Consejo Municipal, Aquiles Lamfré. Luego, en el patio del edificio comunal, se sirvió un asado criollo. A la tarde hubo competencias de destreza criolla, como carreras de sortijas y pollas. Al cierre, se sirvió un banquete de honor en el hotel España. Asistieron los jefes comunales de Cipolletti, Antonio Elosegui y de Cinco Saltos, Kurt Seeman.
El miércoles 25 de mayo de 1960 se celebraron los actos de las Bodas de Oro, encabezados por la presidenta del Honorable Concejo Municipal, Irene Tula de Diazzi. La jefa comunal representaba al Partido Demócrata Progresista y había ganado las elecciones el 17 de abril de ese año.
La intendenta anunció el inicio de la primera etapa de la red cloacal, con una inversión de 16.400.000 pesos. La ceremonia central se desarrolló frente al busto de Piñeiro Sorondo, a quien se homenajeó por su función de primer comisionado municipal. En 1960 había 11.600 habitantes. Funcionaban las 4 escuelas en la zona urbana y otras 4 en la rural y hacía dos años que había comenzado la actividad el Colegio Secundario Mariano Moreno.
"La fecha sorprende a la colonia y al pueblo en período de deslumbrante florecimiento", afirmaba el "Río Negro". El ejido municipal alcanzaba una superficie de 8.000 hectáreas y la planta urbana se desarrollaba en 126 manzanas. Se registraban 9.446 hectáreas bajo riego y los cultivos predominantes eran 2.800 hectáreas con viñedos, 2.300 hectáreas con manzanos, 1.026 hectáreas con perales y el resto superficies con otros frutales y alfalfa.
Los actos del cincuentenario se vieron opacados por el fallecimiento del ingeniero Francisco Guarnieri, vecino fundador y pionero de la ciudad. Sus restos fueron velados en la municipalidad y en el acto efectuado en el cementerio habló el ingeniero agrónomo Juan Barcia Trelles, quien enumeró los proyectos encarados por Guarnieri para fomentar e intensificar los cultivos de frutales y viñedos. Había sido profesor de la facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires entre 1906 y 1907, director de la Escuela de Agricultura de la provincia de San Juan en 1909, miembro del directorio del Banco de Río Negro y Neuquén y concejal de Allen, entre otras funciones y actividades, siempre vinculadas al desarrollo agrícola y social de la región.