Graciano Bracalente, 52 años, contador, un hijo. Nació en Allen en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Creció cerca del Club Unión en el que jugaba al fútbol, una de sus pasiones. Estudio y trabajó hasta recibirse de contador público en la UNC. Llegó a la política de la mano de la familia Verani. Se afilió al radicalismo en 1983 y por primera vez ejerció un cargo político-técnico en la Secretaría de Ingresos Públicos de la provincia, donde conoció la economía de Río Negro. Llegó en 2002, cuando la recaudación era de 5 millones de pesos por mes, cifra que había trepado a 55 millones por mes cuando se retiró del cargo para pelear la intendencia de Allen.
Alguna vez había pensado en ser intendente de su pueblo, pero no veía por qué dejar una gestión exitosa, dice. Y afirma que lo convencieron los vecinos, que le pedían que se presente. Ganó, aunque siguieron algunas dificultades. "Lo que más me perjudicó al asumir fue llegar de otro organismo con una imagen muy alta. Venía con la idea de lo que quería hacer, pero no sabía con qué me iba a encontrar. Y un hermano mío muere a los dos días de asumir. Me generó un quiebre emocional que aprovecharon mis adversarios políticos".
Se siente, como su maestro en la política, Pablo Verani, piloto de tormenta. "La gente en Allen te va midiendo por los desafíos, los de la vida, de la familia. Mi generación, del 57, está marcada por el Desarrollismo y por la puerta que nos abrió Alfonsín. Después fui radical por el hecho de ser radical. Mi maestro, don Pablo, empieza en Línea Nacional y termina como candidato a intendente por Renovación y Cambio, con la que llega dos veces a la gobernación. Lo más preciado que uno tiene en la política es la lealtad, por eso yo digo que mi lealtad es hacia Verani, que me dio la oportunidad de trascender en un ámbito público con un puesto de jerarquía"
Trayectoria
Es un técnico que trabaja de político. "Empecé a los 16 años de sellador en un galpón de empaque, en Patagónica Norte. Luego pasé a las oficinas para ir a pagar a las chacras, por eso conozco a los gremios, lo que hoy es Uatre y Osprera. Con el tiempo, recibido, pasé a ser contador de la señora Bianca de Verani, de su hijo Salvador (Tole, papá de Carlitos y Pablito), soy contador de la firma jugos Verna SRL. Y después fui bancario, era contable, luego pasé a la tesorería, me mataba porque no me daba tiempo para estudiar. Cuando muere mi papá dejo el banco, me dedico a la venta de yeso y mi hermano se dedica a la carpintería que tenía mi papá. Lo del yeso fue para hacerme cargo. Yo tenía 25 años y mi hermano más chico 7. Me hice cargo de él y de mi hermana de 10 años cuando muere mi papá. En 1983 entro por una pasantía a la DGR. Fui inspector 9 años; eso quiere decir que conocés todos los impuestos. Me recibo y monto mi estudio y en el año 92, cuando nace mi hijo Giuliano, el estudio estaba firme y dejo Neuquén.
Tuvo su estudio contable, fue docente en la secundaria y cuando Verani ganó las elecciones en 1995 le pidió que vaya con él. "Le dije que no podía porque tenía a mi nene chiquito, pero en 1996 asumo como supervisor y después llego a director de Fiscalización Externa, manejando a los inspectores y fiscalizadores. Después paso a ser auditor, conocía todos los procedimientos de Rentas, un organismo que tenía 300 personas, 34 oficinas, una en Buenos Aires y otra en Bahía. Fui conociendo al contribuyente. Tuve dos rebeliones fiscales muy importantes: la de Río Colorado -2000- y la de Villa Regina. El director de Rentas era Guillermo Martínez y el subdirector Gustavo Pichi. Semana Santa del 2002 había tres candidatos: Isaías Kramer, Guillermo Wood y yo. Don Pablo se juega por mí. Asumo en abril del 2002 como secretario de Ingresos Públicos con ocho medidas de entrada. La más comentada y famosa fue la retención a las cuentas corrientes bancarias, medida de vanguardia, y con incentivos a cumplidores: yo soy el papá de ese modelito. Deprimí impuestos y tuve éxito".
¿Cómo se define? "Soy un intendente que sigue estudiando, especializado en áreas energéticas. Convivo con todos, no tengo problemas con la liga de intendentes justicialistas. Me adoptan muy bien, me acompañaron en un movimiento productivo muy importante. Integro la Comisión de Intendentes del Valle de la Confluencia. Estuve a cargo del foro de intendentes radicales. Y soy un técnico. Con eso mejoro a la política: no me preocupo en qué puesto voy a estar después, el político sí".
Escenario nacional
Bracalente no se siente ni cerca de Cobos ni de la reforma de la Constitución de Río Negro. En este sentido dice sentirse un "libero" en la cancha de juego.
Le cuesta la autocrítica al propio partido: "Tenemos que reconocer que desde la crisis del 30, los mejores indicadores de Argentina los tuvimos con Lavagna en 2003-2007, con los más y con los menos. Al margen de esto no hubo una coincidencia entre lo que fue el poderío económico. Primero se recuperó capacidad ociosa y después se creció. ¿Cuál fue la disyuntiva? Estos buenos indicadores económicos que te dieron estos años, no tuvieron su correlato con el poderío político. Una mala jugada y se les escapó (se refiere a Cristina Fernández). Con respecto a las crisis fiscales en la provincia, creo que el Ministerio de Hacienda tiene un equipo de 17 años que es muy importante, es el equipo más compacto y estable del gobierno de Río Negro.
El tema es que el político no conoce el límite que te da la ecuación de la economía. Yo, como intendente, le di dinero a las instituciones como no ocurría desde hace muchos años, afronto un embargo de 15 años atrás, hicimos obras con recursos propios y con recursos de Nación y provincia.
"La gente cree que hago magia y yo no hago magia. Soy un tipo que entiende de administración y conozco mis límites". Cuando asumió -cuenta- Allen era el municipio que más tomas tenía en el Valle, 12.
"Apuesto a trabajar en equipo. Soy un yuyo nuevo que crece y molesta y encima no doy muestras de querer perpetuarme. Me muestro en el día a día. Allen se encuentra hoy con un tema interesante. Al dejar un Plan Estratégico (ver aparte) que le solucione temas al próximo gobierno, va a haber un cambio en la dirigencia porque se terminan las improvisaciones, el que venga ya tiene marcada la agenda. Este Plan está ya consensuado y deberán decir si van a seguir con él o no".
Deudas
Uno de los problemas constantes del municipio son las deudas heredadas: "Recibí un juicio de Gentile, que pasó por la intendencia de Sánchez sin pena ni gloria, de 2, 2 millones de dólares. Ahora estamos en 2 millones de pesos y se hizo una comisión de Seguimiento para trabajar este tema. Yo ofrecí pagar 300.000 pesos y 800.000 Bogar 2. Llegó un embargo? y la estoy peleando. Recibo la municipalidad sin dinero, la gente creyendo que tengo un plazo fijo de 800.000 pesos... Mostré facetas de gestión enseguida; con un gran despliegue de obras, por obras delegadas por la provincia, marcando que tenía un proyecto de gobierno y que respetaba a rajatabla mi plataforma. A dos años de gobierno, la gente empezó a ver que las expectativas se iban cumpliendo y yo empecé a ver que salía del atolladero, que no me enredé en la cuestión política.
-¿Qué significa Allen en el contexto provincial?
-Allen nació con liderazgos fuertes. Pero hoy aspiro a que el liderazgo lo lleve el Plan Estratégico. Allen, hasta la década del 60 estuvo en las primeras planas de los diarios. Porque teníamos 33 establecimientos frutícolas, 11 bodegas, industrias? En la década del 60 Allen cae del proyecto de la Ruta 22, cambia la traza y Allen y Fernández Oro quedaron fuera: la población rural comienza a migrar al casco urbano. Allen es sustentable porque tiene una fortaleza que es la fruticultura. Me opongo al proyecto de lotear la zona de viñedos de Guerrico, a perder nuestra fortaleza. Tenemos un potencial que supimos mantener por las distintas crisis, que es Guerrico, que debemos preservar. La naturaleza es nuestro gran capital, la tierra, el río; tenemos hidrocarburos, minerales, fósiles, áridos, tenemos tierra cultivable y riego y queremos urbanizar. Es una contradicción. El plan rector es la plataforma de consensos para decidir qué hacemos a futuro.
"Allen tiene a los grandes como son el grupo Orsero, Salentein, Expofrut, los medianos como los Patalano, los Brevi, los Alba, los Diomedi, los De Angeli, los Cifuentes y los chicos, que son los que yo defiendo en la Cámara de Productores. Allen es predecible porque tiene el INTA, la Secretaría de Fruticultura, tiene la nueva proyectada estación polimodal de ferrocarril (Guerrico). No está mal que se haya festejado primero el centenario del dique Ballester, después el Centenario de la Escuela 23, eso quiere decir que antes la dirigencia resolvía el problema antes que se presentara. Nosotros ahora estamos trabajando en fortalecer el Plan Estratégico, para dejar de improvisar. Allen no tuvo buena dirigencia. El de la zona rural se dedicó a hacer plata y el de la zona urbana, fue un pueblerino. Y nosotros somos pueblo porque no tenemos ciudad, tenemos casco urbano y casco rural y nos queremos comparar con Cipolletti y Roca y yo no me quiero comparar, no quiero urbanizar la zona productiva. Tenemos que resolver los problemas vinculados a la seguridad, tenemos que resolver un problema de distribución de drogas, por eso pedí la presencia de la Gendarmería. Pedí la Federal y no me la mandaron, entonces pido la Gendarmería".
Los dueños de la tierra
"La propiedad del 44% de la zona productiva es de unos pocos. En los 90 perdimos muchos productores. Las multinacionales toman ese espacio. Y esto se pierde por el proceso de extranjerización. Ese 44% que pasó a ser el dueño de la parte productiva es el que nos hizo perder de vista el mercado concentrador; fueron los que permitieron que cepas de Allen se transformaran en buenos vinos de otras provincias. Yo quería cobrar un impuesto a aquellas tierras que pasaran a propiedad de multinacionales, nueve veces más que a un local".
Desde la crisis que atravesó el sector frutícola en enero del 2009, Bracalente da vueltas sobre una idea para el sector: "Tengo un proyecto, con Expofrut y otra empresa, para gerenciarles sus establecimientos en la localidad. Expofrut tiene chacras, galpones de empaque y frigoríficos. Yo propongo un gerenciamiento en un plan de 10 años, para disminuir sus costos y esa brecha usarla para provocar un derrame en el pequeño y mediano productor. Lograría bajarles los costos e impedir que caigan los pequeños productores".
En 2003 se desarrollan las primeras actividades de planificación. A comienzos de 2007, el municipio, asistido por la Secretaría de Planeamiento y Control de Gestión de la Provincia y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), encomendó a la Fundación de Estudios Culturales, Institucionales y Ambientales de la Patagonia (Feciap), la realización de un proyecto para el desarrollo del Plan Estratégico de Allen (PEA), en el que participaron técnicos locales y regionales. En la primera etapa (agosto de 2007 - mayo del 2008) el objetivo fue conocer la situación de la ciudad y su ejido, aspirando comprender, en función de los cuatro ejes temáticos definidos a priori (sociocultural, económico-productivo, legal e institucional y urbano-ambiental), la dinámica de su sociedad y del ambiente natural. En la segunda (octubre de 2009 - junio de 2010) se puso en marcha el Órgano Planificador Participativo (OPP) y la sanción de las normativas correspondientes al Plan Rector de Allen (PRA), una normativa con herramientas de gestión claras para la administración del uso del suelo, el cuidado del medio ambiente y el crecimiento armónico de la ciudad en relación con sus áreas rurales. ¿Un ejemplo? El proyecto de relocalización del parque ladrillero, que encierra temas a resolver como trasladar la actividad fuera de la zona urbana en un espacio apropiado, potenciar su desarrollo al combinarse con el proyecto de parque ferro-minero de Guerrico; regularizar la actividad y facilitar la integración de la colonia boliviana. A mediados del mes de junio, serán presentados más de 50 proyectos de gran diversidad y enorme potencialidad transformadora.
SUSANA YAPPERT
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