Martes 09 de Febrero de 2010 Edicion impresa pag. 19 > Municipales
El tránsito en Bariloche sigue siendo un caos

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El tránsito en la ciudad atraviesa una situación "caótica", debido a la enorme cantidad de vehículos y la debilidad de la estructura de control, según reconoció ayer el director municipal del área, José Alonso.

El municipio cuenta con 24 inspectores divididos en turnos, de modo que nunca hay más de 12 en la calle en forma simultánea, para cubrir un ejido de 22 mil hectáreas, por el que circulan unos 35.000 rodados barilochenses más los que traen los turistas.

Además, el estacionamiento es libre, ya que desde hace seis meses fue suprimido el sistema medido y pago.

Los inspectores municipales labran un promedio de 2.300 infracciones mensuales, pero en los hechos tienen escaso poder de disuasión, ya que la única grúa municipal (donada por Altec) trabaja a medias, tiene problemas mecánicos y sólo es apta para levantar autos chicos.

El director de Gobierno, Carlos Aristegui, aceptó que el actual desborde del tránsito es consecuencia de la desinversión en esa materia. Nunca compró una grúa y tampoco desarrolló un plan serio de señalización horizontal y vertical.

Los intentos por engrosar el plantel de inspectores hasta ahora no dieron resultados. El último concurso interno registró apenas 3 inscripciones. El municipio reconoce que la causa de ese desinterés es el maltrato constante que reciben en la calle y la paga relativamente baja en relación con otras áreas de la función pública.

Un inspector sin antigüedad tiene un salario inicial entre 2.000 y 2.500 pesos.

Aristegui aseguró que algunas de las soluciones proyectadas son el aumento de la remuneración de los inspectores, el alquiler de grúas, la apertura de espacios alternativos de estacionamiento en el playón de la costanera y un acuerdo con Gendarmería para vedar la salida del país a los conductores chilenos con infracción impaga en Bariloche.

Sin embargo no hubo en ese sentido ningún anuncio formal y todas son medidas "en estudio". Hoy un chileno puede acumular decenas de multas y salir por el paso Samoré sin pagarlas y sin que nadie le reclame nada.

En relación con los controles de alcoholemia, los números resultan alarmantes. Según informó Aristegui, desde el 9 de enero labraron 230 infracciones a conductores borrachos, lo cual incluye el secuestro del carnet y del vehículo más una multa de 700 pesos.

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