Martes 09 de Febrero de 2010 Edicion impresa pag. 24 > Internacionales
El Papa admite y condena violaciones a menores en Irlanda

CIUDAD DEL VATICANO (Télam).- El papa Benedicto XVI dijo ayer que algunos religiosos católicos violaron los derechos de la infancia y que éste es un "comportamiento que la Iglesia no deja ni dejará de deplorar y condenar", al tiempo que ofreció al modelo de familia tradicional como forma de evitar desviaciones.

El Pontífice, quien anunció para las semanas próximas una carta pastoral a los fieles irlandeses tras la difusión de noticias sobre abusos de religiosos contra niños, reiteró la defensa de la familia tradicional, "fundada en el matrimonio entre hombre y mujer", consigna un despacho de la agencia de noticias Ansa.

El 26 de noviembre de 2009 el ministro de Justicia irlandés, Dermot Ahern, difundió en un informe que cuatro arzobispos de la Iglesia Católica irlandesa encubrieron casos de paidofilia y crueldades cometidas en la arquidiócesis de Dublín por varios sacerdotes, entre 1975 y 2004, bajo la mirada poco atenta de las autoridades civiles.

"A lo largo de los siglos -dijo el Pontífice comentando el vigésimo aniversario de la Convención de la ONU sobre los derechos de la infancia-, la Iglesia promovió la tutela de la dignidad y de los derechos de los menores y se hizo cargo de muchos modos de su cuidado". "Desgraciadamente -agregó-, algunos de sus miembros, actuando en contraste con este compromiso, violaron estos derechos. Las duras palabras de Jesús contra quien escandaliza a uno de estos pequeños obligan a todos a no reducir nunca el nivel de este respeto y amor".

La mejor ayuda que se puede ofrecer a los niños, dijo, es la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, pues la infancia "quiere ser amada por una madre y un padre que se amen y necesita habitar, crecer y vivir junto con los dos progenitores".

Esto, explicó, se debe a que "la figura materna y la paterna son complementarias en la educación de los hijos y en la construcción de su personalidad y de su identidad".

Por ello, concluyó, "un ambiente familiar no sereno, la división de la pareja de progenitores y, en especial, la separación con divorcio no dejan de tener consecuencias en los niños, mientras que apoyar a la familia y promover su verdadero bien, sus derechos, su unidad y estabilidad, es el mejor modo para tutelar los derechos y las auténticas exigencias de los menores" de edad, señaló.

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