El buen triunfo sobre Lanús (3-1), el miércoles pasado, le daba a Boca algo de tranquilidad después de un empate ante Argentinos cuando el partido parecía ganado y de un verano lleno de derrotas con la salida de Alfio Basile incluida. Pero alcanzaron 18 minutos en Rosario para que Newell´s dejara al desnudo a todo el bloque defensivo de Boca.

Abel Alves se enfrenta ahora ante un dilema. Parece inminente el recambio de jugadores, pero ¿quién se atreve a dejar afuera a los históricos? Excepto Juan Román Riquelme, por ser el único futbolista que mostró un nivel superlativo en este comienzo del Clausura, el resto está en duda.

"Veo falta de confianza, si eso sigue subsistiendo hay jugadores que quizás no estén para vestir la camiseta de Boca. Buscaré la manera de que se recuperen, de darles descanso", anticipó Alves.

"Hay que entender que todo tiene su límite y su tiempo. Yo respeto a todos, pero no me va temblar la mano y va a jugar el que mejor esté. Si tengo que hacer cambios y darles descanso a esos jugadores que le dieron mucho al club, lo haré", amplió el DT.

En primer lugar debe reordenar una defensa que ofrece facilidades insólitas. En el Apertura pasado, con Basile, a Boca le convirtieron 24 goles, otros 11 en 4 partidos del verano y en las 3 fechas que se llevan disputadas recibió otros 7.

Tampoco ayuda tener un mediocampo desordenado. Hoy el cinco de Boca es Gary Medel. Jesús Méndez, que fue el mejor volante central del torneo pasado, y Sebastián Prediger el sábado jugaron por los costados y Boca ya perdía en Rosario ante Newell´s 3-0 en los primeros 18 minutos. "A Prediger lo tiré contra Newell´s porque en la semana anduvo bien y era uno de los medios que podía agregarle un poquito de fútbol. Obviamente que me equivoqué porque no estaba con ritmo", reconoció el entrenador xeneize.