ROCA (AR).- Los vaivenes meteorológicos están dejando su honda huella en la región. Además de afectar a todo el mundo con tanto "calor, frío, viento" y demás, las frutas no quedan ajenas a los bruscos cambios de temperatura y las principales variedades de pera y manzana tienen a maltraer a muchos productores. "Como nunca pasó, a esta altura del año, en esta temporada seguimos cosechando la Williams", contó ayer el presidente de la Cámara de Productores de Roca, Osvaldo Calvo.

Ocurre que tanto en pera Williams como en la manzana bicolor Gala y clones, el tamaño jugó en contra. Cuando todos los índices de madurez daban cuenta de que estaba listo para comenzar a levantar la producción, el calibre fue un obstáculo a sortear. "Esto es muy variable pero cada lote varía y hay que ver por dónde ir, qué cosechar y que no", explicó un chacarero de la zona.

"Y es cierto, falta tamaño pero igual se está cosechando. Hay mucha fruta chica y que, por la edad, no tiene semilla y por lo tanto no crece", sostuvo el dirigente de la Cámara roquense.

En el caso de la manzana Gala, no sólo preocupa la falta de calibre, que en la práctica hizo lanzar la cosecha bastante después de la salida del sello, sino que además también le falta color, se indicó.

"Es que este fue un año realmente atípico, por las heladas, por los factores meteorológicos... hay fruta a la que le falta tamaño, otra con buen calibre, pero en general se retrasó mucho", explicó Calvo.

"En general hay unos 15 días de atraso en la fruta. Fijate que en otros años a esta altura ya se había terminado la cosecha de Williams y ahora todavía sigue. Yo no creo que pase de esta semana lo que queda por cosechar, por lo menos para mercados de ultramar... Para mercado interno puede ser", apuntó.

Debido a esto, entre otros factores, se dejó entrever, este año no se produjeron problemas en relación a la infraestructura disponible -en empaque y frío- por la acumulación de producción.