El conflicto de intereses se presenta cuando un funcionario público debe actuar en asuntos en los que tiene interés particular y directo o lo tuvieren su cónyuge, sus parientes o sus allegados. Para prevenir estos casos, la legislación comparada suele contemplar una serie de exigencias y cautelas que garantizan que no se van a producir situaciones que pongan en riesgo la objetividad, imparcialidad e independencia del alto cargo o que no den lugar a un enriquecimiento ilícito. La ley argentina de Ética Pública es bastante escueta y pone la labor de investigación en manos de una Comisión Nacional de Ética Pública que nunca se ha conformado.
La existencia de conflictos de intereses se ha hecho notar últimamente con el ascenso a la primera magistratura de personajes de reconocida fortuna personal. El caso más emblemático es, sin duda, el del primer ministro italiano Silvio Berlusconi, propietario de un imperio mediático conformado por tres canales de televisión nacionales (sobre un total de 7), un diario de circulación nacional y grandes casas editoriales. Antes de ser electo en el 2001, el empresario colocó en un "fideicomiso ciego" las acciones de sus compañías. El "blind trust" o fideicomiso ciego es un mecanismo en virtud del cual se encomienda la administración del patrimonio a un gestor profesional que queda obligado a no efectuar consultas ni informar al propietario durante el período de mandato.
Esta fórmula ya está legalmente vigente en algunos países. En Estados Unidos, tanto George Bush padre como hijo recurrieron a este método. George W. Bush cedió el control de parte de su patrimonio a Northern Trust Co., el mismo fideicomisario que actualmente gestiona la cuenta bancaria de Barack Obama. En Chile, el recientemente presidente electo Sebastián Piñera es accionista mayoritario de la aerolínea LAN, propietario del club Colo Colo y dueño del canal Chilevisión. Para acallar las críticas, Piñera delegó en abril del 2009 la administración de gran parte de su fortuna en un fideicomiso ciego y actualmente ha anunciado su decisión de vender todas sus acciones en LAN.
En la Argentina no existe una previsión de naturaleza similar. La reforma de la Constitución de 1994 introdujo la obligatoriedad del Congreso de sancionar una ley sobre ética pública y esa ley fue sancionada en septiembre de 1999. Sin embargo, después de 10 años, todavía no se integrado la Comisión Nacional de Ética Pública que debe funcionar en el ámbito del Congreso de la Nación y sería la encargada de recibir las denuncias relativas a las conductas de funcionarios o agentes de la administración contrarias a la ética pública. La ley contempla una incompatibilidad limitada puesto que recién se produce cuando el cargo público tenga competencia funcional directa respecto de la contratación, obtención, gestión o control de las concesiones, beneficios o actividades incompatibles.
En España la legislación es mucho más rigurosa. Se refuerza el control sobre los intereses patrimoniales que pueda tener el alto cargo, su cónyuge o persona que conviva con él, extendiendo la prohibición de tener una participación de éstos superior al 10% en empresas que tengan conciertos o contratos de cualquier naturaleza con el sector público. Cuando los altos cargos tengan un patrimonio superior a los 100.000 euros, deberán contratar para la gestión y administración de los valores o activos a una entidad financiera registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El órgano competente para la gestión del régimen de incompatibilidades de altos cargos es la Oficina de Conflictos de Intereses que actúa con plena autonomía funcional y es el órgano encargado de requerir a quienes sean nombrados o cesen en un alto cargo el cumplimiento de las obligaciones previstas en la ley.
La ausencia de una regulación eficaz en la legislación argentina no debería ser un pretexto para legitimar la práctica de conductas reñidas con la ética pública. El comportamiento de los altos cargos púbicos debería servir para generar la confianza de los ciudadanos en las instituciones y propiciar el respeto a los principios que garantizan la igualdad de todos ante la ley. Lamentablemente, los medios vienen recogiendo datos de incrementos patrimoniales de los bienes gananciales del matrimonio presidencial durante el período de mandato que no son habituales en los países democráticos.
La falta de una perspectiva ética se manifiesta también en el uso desenfadado de fuertes expresiones para caracterizar el comportamiento de "los otros" sin advertir el fuerte paralelismo que a veces guarda con los actos propios. Los especuladores internacionales que adquieren bonos del Estado argentino al 20% del valor nominal con la expectativa incierta de recuperar el 100% de ese valor son caracterizados en el lenguaje presidencial como "fondos buitres" o "ratas del Riachuelo". Sin embargo, obsérvese que esos especuladores están comprando el elevado riesgo que les trasladan los tenedores de esos bonos. Un comportamiento bastante más refinado que el del burdo especulador que adquiere tierras fiscales en El Calafate en condiciones de privilegio y las revende al cabo de dos años con un beneficio del 4.772%, sin asumir riesgo alguno en la transacción.
El ejercicio permanente de la doble moral es un rasgo notable de la cultura política de los argentinos. El fuerte nacionalismo de entrecasa sirve para ser muy duros con los de afuera y muy indulgentes con las carencias éticas vernáculas. Somos tan pintorescos en la proyección de responsabilidades, que cuando nos quedamos sin respuesta frente a indisimulables rupturas éticas terminamos adjudicando toda la responsabilidad a la intervención taumatúrgica de algún "abuelo usurero". De allí proviene el dato de que el realismo mágico sea un género literario tan consustancial a nuestra peculiar manera de ver las cosas.
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Nos dejo su opinión
10/02/2010, 00:47:56
Descartes
Cont.- Pero para animarse a tamaño desafío habrá que tener el temple necesario para poner en observación la propia conciencia y la dimensión exacta de los propios comportamientos éticos, los pasados y los recientes, en armonía con la propia historia individual. El hombre, no ya el periodista o abogado, que sea capaz de verdad, de soportar la primera pregunta ética tal cual lo proponía Paul Ricouer: Quién soy yo? A qué interés, intereso? //
10/02/2010, 00:45:38
Descartes
Cont.-El populismo, la caja , los K , el matrimonio presidencial, el enriquecimiento ilícito, la compra de dólares, las carteras de Vuitton, el botox, las virtudes de la carne de chancho o el viagra, son señuelos en donde hincan el diente los buitres o los necios. Como diría Barone, la necedad, ese ejercicio constante de la ocultación y el desconocimiento, es la etapa elegante de la pelotudez. Por ello una reflexión ética sobre la política no puede zanjarse sin un inicial punto de vista sobre la verdadera naturaleza del “conflicto de intereses” que atraviesan a la Argentina de hoy.(Cont.)
10/02/2010, 00:43:36
Descartes
Cont.-Nada es entendible en la Argentina de hoy y menos desde el divisadero español, si no se pone en primer plano una primera tensión conflictiva: la que emerge por la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final; el recorte a las ganancias extraordinarias y el límite por la Ley de Medios, a la versión unidimensional que ofrecen los medios de prensa. Penetrados éstos, por intereses que exceden con desmesura al mero deseo de informar. Desplegar este conflicto latente en nuestra sociedad y democratizar su discusión, es seguramente la tarea inicial de un pensamiento y de una reflexión con algún calado. La reiteración compulsiva por los temas nodales que pone la agenda mediática, es una deserción del pensamiento y una complicidad por los atajos que sólo desvelan a las conciencias impresionables o a los conversos seriales. (Cont.)
10/02/2010, 00:41:01
Descartes
Cont.-No resulta acaso impúdico desandar un pasado como si se hubiera transcurrido por él sin ninguna responsabilidad y desprenderse en un acto, de la memoria, el recuerdo y la fidelidad a los viejos afectos? No resulta obsceno prodigar cada vez un golpe a los que hoy han quedado sin voz ni tumba para ser recordados, por vía de golpear a quienes vinieron a restablecer su memoria, con justicia y verdad? No es acaso, el ocasional anfitrión de Laría el ex presidente Duhalde, como reflejara este medio, quién vuelve a hablar de “dejar de humillar a las Fuerza Armadas” y propone un consensualismo parlamentario a la medida de las corporaciones mediáticas y el complejo agroexportador. Este acompañamiento no incomoda a Laría. Puede, sin embargo, recurrir a los estilos de los Morales Solá y los Castro, para emitir juicios sobre “los argentinos” (quienes?) carentes de perspectiva ética. (Cont.)
10/02/2010, 00:35:11
Descartes
Cont.- Desde su reconocida militancia en las organizaciones por él denominadas insurgentes de los años 70’, a la defensa incondicional de los principios y códigos de la restauración conservadora. La que pugna por imponer un discurso hostil y de amedrentamiento al actual gobierno nacional, reacio al ahogo del abrazo corporativo. No es que a nadie se le hurte la posibilidad de cambiar de opinión. Nadie está libre de hacerlo y hasta puede ser un acto de decoro y humildad distinguible. Pero resulta menos aceptable que en nombre de una nueva opinión se pase sin rubor alguno a agitar como banderas propias, las mismas que alzan los que tampoco sin rubor produjeron la inmolación de los desaparecidos. El terror del Estado represor, y aplicaron la doctrina del shock económico del Consenso de Washington. (Cont.)
10/02/2010, 00:33:33
Descartes
Rio Negro, para orientar a lectores desatentos debería aclarar: desde España. Es un dato sustancial para fijar el lugar del hablante en esta pieza de discurso en dónde se afirma que los argentinos carecemos de perspectiva ética para al análisis y nos adscribimos al realismo mágico como modo de ver las cosas. Demasiadas licencias se concede Laría. Más cuando luego de 30 años de vivir en dicho país europeo, parece que sus sevicias periodísticas han tenido escaso atractivo, para ser recibidas en algún medio de prensa local, es decir español. Sin embargo, han adquirido título y divulgación en RN, por el sólo efecto de pertenencia familiar a la propiedad del medio y luego de que Laría produjera un “giro lingüístico” de proporciones. (Cont.)
