El médico y funcionario kirchnerista Donato Spaccavento aconsejó a Néstor Kirchner que no se opere en el hospital Argerich porque ningún paciente con esa afección está en condiciones de ser asistido allí, posición que luego fue replicada desde la administración macrista.

Spaccavento, ex director del Argerich, reveló hoy que Kirchner quería ser atendido en ese hospital, pero que él desaconsejó esa idea porque "ningún paciente" con esa afección puede ser atendido allí a causa de la falta de insumos y medicación.

Explicó que si bien no está yendo diariamente al Argerich, aseguró que sabe "por otros colegas" de "las condiciones de insumos y de medicación específica, que tiene problemas como todos los hospitales de la Ciudad".

"Yo aconsejé que no (fuera), no sólo por él sino que ningún paciente en esas condiciones estaría en su mejor situación (de ser) atendido", indicó.

Spaccavento denunció que, según le indicó "un colega" del Argerich, "en el sector de trasplantes se perdieron tres hígados" en las últimas semanas "por falta de pago a los profesionales" y "por falta de insumos", situación de la que responsabilizó al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.

La postura del ahora gerente de Prestaciones de la Administración de Programas Especiales de la Nación (APE) fue refutada por el jefe de Gabinete del Ministerio de Salud porteño, Néstor Pérez Baliño.

Baliño aseguró que el Argerich estuvo "preparado y en condiciones" para recibir Kirchner, cuando se supo que tenía que ser atendido en forma urgente por una complicación cerebrovascular.

En diálogo con DyN, enfatizó que "el hospital está absolutamente operativo, y de ninguna manera hay desabastecimiento. Las declaraciones de Spaccavento no parecieron un discurso médico, sino absolutamente político".

El funcionario porteño comentó que ante "la primera información sobre la salud del ex presidente, se convocó a los médicos y se preparó el hospital en toda el área denominada presidencial, como así también se montó un operativo con las ambulancias del SAME de mayor complejidad".

"Estaba todo en condiciones" para recibir a Kirchner en el centro de salud ubicado en el barrio porteño de La Boca, puntualizó.

Baliño subrayó que el Ministerio de Salud "respeta la decisión íntima y personal" de haber internado finalmente al ex jefe de Estado en la clínica privada "Los Arcos", situada en el barrio de Palermo.

Pero, funcionario porteño cuestionó los dichos del ex director del Argerich al manifestar que "realmente" le "provocó desagrado que el doctor Spaccavento se haya montado sobre una situación tan seria y delicada en momentos en que todo el país esta preocupado por la salud del ex presidente".

Kirchner debió ser operado ayer de urgencia luego de sufrir una obstrucción en la arteria carótida derecha en un sanatorio privado de Palermo.

DyN.-